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ADENOCARCINOMA PAPILAR SEROSO PRIMARIO DEL EPIPLÓN MAYOR: “OMENTAL CAKE”. PRESENTACIÓN DE UN CASO

Mª Belén Rodríguez Sanz

Servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo. Complejo Asistencial de Ávila.

 

 

 

 

RESUMEN

El adenocarcinoma papilar seroso primario del peritoneo es una entidad maligna rara que afecta a mujeres predominantemente postmenopáusicas. Se trata de una patología indistinguible de la carcinomatosis peritoneal del carcinoma de ovario.

Se debe plantear el diagnostico diferencial con otras patologías como el mesotelioma peritoneal maligno que se asocia con la exposición al asbesto, tuberculosis peritoneal, linfomatosis peritoneal y sobre todo con la carcinomatosis de ovario.

Presentamos un caso clínico de una mujer de 66 años con carcinoma peritoneal primario en el epiplón mayor.

PALABRAS CLAVE

Carcinoma peritoneo. Omental Cake.

INTRODUCCIÓN

El omento o epiplón mayor es el pliegue peritoneal de mayor tamaño en el abdomen. Es la continuación del ligamento gastrocólico y está formado por una doble reflexión del mesogastrio dorsal, por lo tanto se compone de cuatro hojas de peritoneo.

“Omental cake” se define como engrosamiento anormal del epiplón mayor. Es una infiltración de la grasa omental, típicamente causada por infiltración de tumores metastásicos como estómago, ovario o colon; aunque también se infiltra por tuberculosis peritoneal, linfomas, o de forma primaria, por tumores de carácter neoplásico.

El carcinoma papilar seroso primario del peritoneo (CPSPP) es una neoplasia rara cuya incidencia se estima es de 6.8 casos por millón de habitantes (1). Fue descrito por primera vez por Swerdlow en 1959 (2), pero es en 1977 cuando Kannerstein y col. establecen criterios de diferenciación con el mesotelioma maligno (3).

Se cree que deriva del revestimiento mesotelial de la pelvis extraovárica y región inferior del abdomen, se considera una entidad patológica de origen mülleriano (4-5).

Se han descrito varios tipos histológicos, pero seroso es el más frecuente (6-7), esta variante como la que presentamos en nuestro caso clínico se asocia más frecuentemente con factores pronósticos desfavorables como invasión linfovascular, penetración miometrial profunda, metástasis ganglionares y mala evolución.

Se caracteriza por afectación masiva del peritoneo con escasa o nula afectación de la superficie del ovario, incluso puede desarrollarse en mujeres con ooforectomía bilateral previa independientemente de su patología benigna o maligna. (8)

Debido al origen embriológico común del mesotelio del peritoneo y el epitelio germinal del ovario, las características clínicas e histológicas del CPSPP son casi indistinguibles a las del carcinoma papilar seroso del ovario.

CASO CLÍNICO

Mujer de 66 años de edad con antecedentes de hipertensión arterial, valvulopatía mitral, hipertensión pulmonar y parálisis diafragmática. Acude al servicio de urgencias por cuadro de dolor abdominal supraumbilical inespecífico y distensión abdominal de dos meses de evolución.

En la analítica solo destaca la discreta-moderada elevación del CA 125 con un valor de 237 U/ml siendo los marcadores tumorales CEA, CA 19.9, CA 15.3, alfafetoproteína y BHGC normales.

En la exploración física: abdomen globuloso, blando y depresible doloroso a la palpación difusa principalmente en hemiabdomen superior sin defensa ni signos de irritación peritoneal. Se palpa engrosamiento difuso-masa en mesogastrio.

Se realiza TAC abdominal con presencia de inflamación irregular de la pared anterior, engrosamiento difuso e irregular del epiplón mayor sugerente de “omental cake” o masa de tejido denso que ha sustituido totalmente la estructura grasa del epiplón (Figura 1).

A la paciente se le realizaron gastroscopia, colonoscopia mamografías que fueron normales. En la ecografía vaginal los anejos son de morfología y tamaño normales. Se solicito tomografía con emisión de positrones en la que se describe una hipercaptación de la pared anterior del hemiabdomen derecho (Figura 2).

Se realiza laparotomía media exploradora donde se evidencia bloque tumoral del epiplón con adherencias firmes del intestino delgado e hígado sin presencia de metástasis macroscópicas visibles. (Figura 3) En la biopsia intraoperatoria es positivo para adenocarcinoma. Se efectúa resección del 95% del epiplón con conservación del intestino delgado. A la semana de la intervención se traslada a la paciente a un centro hospitalario de referencia en cirugía radical peritoneal donde se desestimó reintervención por considerar que era suficiente la resección de la primera cirugía. Posteriormente la paciente recibió tratamiento adyuvante con quimioterapia administrándole de inicio la combinación recomendada de Taxanos con carboplatino (carboplatino paclitaxel). El resultado de la Anatomía Patológica fue de carcinoma papilar seroso primario del peritoneo.

A los cuatro meses reingresa por dolor abdominal y vómitos ocasionales con disconfort abdominal y distensión. En el TAC de control recidiva tumoral con pequeños implantes micronodulares mesentéricos y en el resto del epiplón sugerente de carcinomatosis sin presencia de ascitis. Se inicia un nuevo ciclo de quimioterapia incluyendo un tercer medicamento como es el Irinotecan. La paciente fallece un mes después del reingreso por carcinomatosis difusa y cuadro de obstrucción intestinal de origen tumoral.

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Figura 1.- Engrosamiento del epiplon.
 
 
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Figura 2.- Hipercaptación del epiplón.

 

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Figura 3.- Imagen quirúrgica de la neoplasia de epiplón 

 

 

DISCUSIÓN

El carcinoma seroso papilar representa el 1-2% de todos los canceres peritoneales primarios, por tanto se trata de una patología rara de baja frecuencia, considerablemente más baja que el carcinoma seroso papilar del ovario (1).

La característica principal del CPSPP es la afectación peritoneal difusa con mínima o ninguna afectación ovárica, nuestra paciente en el momento del diagnóstico solamente presentaba afectación masiva del epiplón mayor sin difusión peritoneal, parietal ni visceral.

El cáncer primario de peritoneo ocurre casi exclusivamente en mujeres, aunque se han descrito dos casos en varones (9) sin antecedentes de exposición al asbesto. En un estudio realizado por Halperin y col (10) hace referencia a que las mujeres con CPSPP tienen una menarquía más temprana, mayor número de embarazos y más baja incidencia familiar para el cáncer ginecológico que en mujeres con neoplasias de ovario. Las mujeres con mutación del BRCA1 tienen más riesgo de desarrollar CPSPP en un 5-10% y tienen sobreexpresión de p53. Parece que son tumores hormono dependientes.

Un grupo de Oncología Ginecológica GOG estableció ciertos criterios para el diagnóstico:

• Ovarios de tamaño normal menores o igual a 3 cm o aumentados de tamaño por proceso benigno.

• Ausencia de compromiso ovárico o limitado a la superficie.

• Histología de tipo seroso.

• Volumen de afectación extra ovárica significativamente mayor que de ovario.

Los síntomas clínicos son variados (Tabla I). Nuestra paciente al ingreso solo presentaba dolor abdominal inespecífico y distensión abdominal sin otra sintomatología acompañante.

La elevación del CA 125 está presente en más del 90% (> de 35.0 µgr/ml) (12), no obstante este dato no es diagnóstico de carcinoma peritoneal, dado que aparece en el 1% de la población sin afectación tumoral como en pacientes cirróticos. Es útil en el seguimiento y evolución de la enfermedad en los pacientes intervenidos quirúrgicamente. No se ha demostrado la utilidad de otros marcadores tumorales para este tipo de neoplasia.

La diseminación se produce de forma transperitoneal. El sitio más frecuente y común es el epiplón en 90-100% (Tabla II), sin embargo, nuestra paciente desarrolla la neoplasia en el epiplón mayor con posterior diseminación al peritoneo.

El diagnóstico se efectúa con técnicas de imagen como Radiología simple de tórax para descartar metástasis. Ecografía abdominal y TAC con signos de engrosamiento peritoneal nodular focal o difuso, omental cake, masas irregulares, ascitis, derrame pleural, calcificaciones del tumor, adenopatías y ovarios normales (13). Determinación del CA125 es útil para el diagnostico (14). Altras y col. (15) consideran que los valores de este marcador se correlacionan con el estadio y las respuestas al tratamiento.

Se debe realizar diagnostico diferencial con el mesotelioma maligno, linfomatosis, carcinoma metastásico de ovario y con menor frecuencia metástasis de carcinoma de estomago, colon, mama o páncreas.

El tratamiento de elección es la cirugía de citorreducción que en el 98% debe ser extensa por tumor diseminado. Debe incluir histerectomía, salpingooforectomía bilateral, omentectomía, resección intestinal solo para prevenir la obstrucción intestinal y esplenectomía. El objetivo del tratamiento es realizar cirugía, citorreducción óptima con enfermedad residual menor de un centímetro de diámetro, esta cirugía se consigue solo en menos del 50% de los casos (33-69%) (14). En el caso de nuestra paciente solo efectuamos resección del tumor porque se trasladaba a un hospital de referencia para cirugía radical total R0 que posteriormente se desestimó en dicho hospital. La terapia neoadyuvante utiliza el cisplatino, actualmente se recomienda la combinación de dos quimioterápicos como el carboplatino/paclitaxel y se está estudiando últimamente si es beneficiosa la asociación de un tercer quimioterápico como la ciclofosfamida o el irinotecan (16). La supervivencia media es de 7-24 meses, siendo la tasa de supervivencia a los 5 años del 0-22%.

Concluimos diciendo que el CPSPP es una neoplasia poco frecuente que representa el 1-2% de todos los cánceres peritoneales. Se debe hacer diagnostico diferencial con la carcinomatosis de ovario. Se debe sospechar si hay una elevación del CA 125 con ovarios normales. El tratamiento es la cirugía de citorreducción óptima asociado a quimioterapia. Tienen mal pronóstico con una supervivencia media muy baja.

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BIBLIOGRAFÍA

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3. Kannerstein M, Churg J, Mc Cayghey WTE, Hill DP. Papillary tumors of the peritoneum in women: mesothelioma or papillary carcinoma. Am J Obstet Gynecol 1977;127:306-14.

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15. Altras MM, Aviram R, Cohen I. Primary peritoneal papillary seros adenocarcinoma: clinical and management aspects. Gynecol Oncol 1991;40:230-6.

16. Micha JP, Goldtem BH, Rettermaier MA et al. A phase II study of outpatient first-line paclitaxel, carboplatin and becacizumab for advanced-stage epithelial ovarian, peritoneal a fallopian tube cancer. Int J Gynecol cancer 2007;17: 771-6.

 

 

CORRESPONDENCIA:

Mª Belén Rodríguez Sanz

Servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo. Complejo Asistencial de Ávila

Avenida Juan Carlos I, s/n • 05071 ÁVILA

brosanz@yahoo.es

Tel.: 646.874.565 • 983.243.718

Cambios en la Microbiota en la Enfermedad Celiaca: ¿Causa o Consecuencia?

BEATRIZ MARTÍNEZ-ABAD, JOSÉ A. GARROTE, CELIA ESCUDERO-HERNÁNDEZ, EDUARDO ARRANZ

Instituto de Biología y Genética Molecular (IBGM), Universidad de Valladolid-CSIC. Valladolid. Laboratorio de Genética y Biología Molecular. Servicio de Análisis Clínicos. Hospital Universitario “Rio Hortega”. Valladolid.

 

 

La enfermedad celiaca (EC) es una enteropatía del intestino delgado que afecta a individuos predispuestos genéticamente desencadenada por la ingesta de gluten. Todos los pacientes celiacos presentan los alelos de riesgo HLA-DQA1 y HLA-DQB1 cuyos productos de expresión forman parte de las moléculas de presentación antigénica HLA-DQ2 y HLA-DQ8. Sin embargo, no todos los individuos que presentan este perfil genético desarrollan la enfermedad, por lo que los factores ambientales influyen en gran medida en la expresión de la misma (1).

En un estudio reciente en niños se ha demostrado que el genotipo HLA-DQ2 influye en la selección de las bacterias que compondrán finalmente la microbiota. Los pacientes a la edad de un mes, portadores de los alelos de riesgo y con al menos un familiar celiaco de primer grado presentan una mayor proporción de Firmicutes y Proteobacteria y una menor proporción de Actinobacteria (2).

Los niños celiacos en actividad muestran un mayor número de Escherichia coli (Proteobacteria), Staphylococcus (Firmicutes), Bacteroides – Prevotella (Bacteroidetes) y Clostridium (Firmicutes) y una disminución de Bifidobacterium (Actinobacteria) (3-5). Los grupos de E. coli y Staphylococcus, están asociados al ambiente proinflamatorio presente en los pacientes en actividad y recuperan sus niveles basales en los pacientes en dieta sin gluten (DSG). Sin embargo, otros grupos como los Bacteroides, no recuperan los niveles de los individuos sanos (3), por lo que estas bacterias podrían desempeñar un papel más relevante en la EC. Algunas especies de bacterias son dependientes de algún modo de la presencia del gluten. Tanto en el duodeno de los pacientes celiacos adultos en actividad como de los individuos sanos se han encontrado secuencias del ARN ribosomal 16S, pertenecientes a bacterias desconocidas, que están ausentes en los pacientes en DSG (6). Además, en los pacientes adultos en DSG hay una menor diversidad de Lactobacillus y Bifidobacterium en comparación con los pacientes en actividad y los individuos sanos (7). Curiosamente, en individuos sanos también se ha demostrado que seguir una DSG modifica la composición de la microbiota disminuyendo la prevalencia de Lactobacillus y Bifidobacterium e incrementando la de E. coli y Enterobacteriaceae (8).

Todos estos estudios demuestran que el gluten modifica el ecosistema del intestino tanto en pacientes celiacos como en individuos sanos. En la actualidad se está estudiando el papel de estas bacterias en el metabolismo del gluten y su efecto en modelos in-vitro. En un primer momento se detectó una actividad proteolítica, con un posible origen bacteriano, sobre la gliadina en biopsias de pacientes celiacos (9). Estudios posteriores identificaron varias especies de bacterias capaces de digerir el gluten en las heces de individuos sanos que clasificaron principalmente como Lactobacillus, Streptococcus, Staphylococcus, Clostridium, Bacillus y Enterococcus (todos ellos Firmicutes) y Bifidobacterium (Actinobacteria) (10). Incluso, algunas especies comensales identificadas en este estudio son capaces de digerir el péptido tóxico derivado de la gliadina, 33-mer (10). Bifidobacterium longum, que se encuentra en menor número en el intestino de los niños celiacos (5), metaboliza los péptidos procedentes de la digestión de la gliadina dando lugar a otros péptidos que no son tóxicos en ensayos in-vitro (11). En cambio Bacteroides fragilis, más abundante en pacientes celiacos que en individuos sanos, produce péptidos más tóxicos aún que los derivados de una simulación de la digestión gastrointestinal de la gliadina (12). En un trabajo publicado en este mismo ejemplar, Nistal et al. utilizaron biopsias procedentes de pacientes celiacos, tanto de niños como de adultos en actividad y en DSG, e individuos sanos y las cultivaron en medio de cultivo con gluten como única fuente de nitrógeno. De esta manera seleccionaron las bacterias presentes en el duodeno capaces de beneficiarse de la presencia del gluten. Las especies  mayoritarias que crecieron en este medio fueron Streptococcus salivarius y S. oralis; y en menor medida especies pertenecientes a Lactobacillus, Gemella, Clostridium, Granulicatella, Staphylococcus (todos ellos Firmicutes) y Haemophilus (Proteobacteria). Aunque no se encontró un perfil diferencial entre individuos sanos y pacientes celiacos, conocer qué especies bacterianas están presentes o ausentes en el duodeno de los pacientes celiacos e individuos sanos con capacidad de metabolizar el gluten, ayudaría a establecer un cerco sobre las posibles bacterias implicadas en la patogenia de la EC.

En resumen, si los cambios sobre algunos grupos bacterianos son consecuencia del propio genotipo del huésped, del ambiente proinflamatorio o de la presencia del gluten en el intestino, o bien, si el papel de ciertas bacterias con capacidad para digerir el gluten podría ser clave en la susceptibilidad, el desarrollo, o la cronificación de la EC, es la pregunta que subyace en todos estos estudios. Gracias a las técnicas moleculares se ha podido avanzar en el conocimiento y la identificación de las bacterias que habitan en el intestino de los pacientes con EC, sin embargo, son necesarios ensayos funcionales que ayuden a determinar la relación de estas bacterias con las proteínas del gluten y con el propio huésped, y a explicar si su presencia puede resultar perjudicial para estos pacientes.

 

 

BIBLIOGRAFÍA
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Tratamiento de la Infección por VHC. ¿Quedan Pacientes Difíciles de Curar?

JOAQUÍN CABEZAS, SUSANA LLERENA, SUSANA MENÉNDEZ, JAVIER CRESPO

Servicio Aparato Digestivo. Hospital Universitario Marqués de Valdecilla. IDIVAL. Facultad de Medicina. Universidad de Cantabria.

 

 

 

En el año 1986, el Dr. Hoofnagle publicó la primera evidencia de la eficacia del interferón (IFN) en la curación de la hepatitis VHC (en ese momento hepatitis noA, noB) (1), si bien esta evidencia era indirecta toda vez que el VHC no se descubre hasta el año 1989 (2). Desde entonces hasta hace prácticamente unos meses, el IFN ha seguido formando parte de la columna vertebral del tratamiento frente el VHC, primero en monoterapia, más tarde en biterapia asociado a la ribavirina y, finalmente, en triple terapia, asociándose a un agente antiviral directo (AAD) y la ribavirina. Durante estos años, se ha ido incrementando la tasa de respuesta virológica sostenida (RVS) y se han ido perfeccionando las herramientas que predicen la posibilidad de curarse en función de factores del huésped y del virus. Y, de esta forma, surge un nuevo concepto, el de los pacientes difíciles de curar (3).

Los términos de “difícil curación” y de “difícil de tratar”, se utilizan indistintamente en la literatura y representan, desde nuestro punto de vista, una notable dificultad a la hora de establecer el motivo por el qué determinados pacientes no consiguen la eliminación de la infección (4). Nosotros creemos que una clasificación más correcta de los pacientes en función de la facilidad o no de alcanzar la curación de la infección pudiera ser ésta:

– Pacientes difíciles de curar. Este grupo está formado por los pacientes que no presentan dificultades añadidas de ningún tipo para el tratamiento antiviral, pero en los cuales la respuesta terapeútica es baja.
– Pacientes difíciles de tratar. Este segundo grupo estaría formado por los enfermos en los cuales la administración del tratamiento presenta dificultades especiales, siendo éstas referidas fundamentalmente problemas de seguridad: incremento de la probabilidad de potenciales efectos secundarios, dificultad para la administración por una determinada vía, interacciones clínicamente relevantes, pacientes con comorbilidades que prohíben el uso de antivirales específicos y los pacientes con problemas de adherencia.
– Pacientes con dificultades de acceso. Aunque durante unos años (2011-2013) la mayoría de los pacientes tenían una enorme dificultad para ser sometidos a tratamiento antiviral, la irrupción del Plan stratégico Nacional Frente a la Hepatitis C ha venido a solucionar una parte muy significativa de este problema (5). Así, en este momento, los pacientes con difícil acceso al tratamiento lo constituyen algunos colectivos como los reclusos o los enfermos mentales (recluidos o no en instituciones cerradas).
– Y, finalmente, creo que existe un colectivo especialmente relevante desde el punto de vista numérico: los pacientes difíciles de encontrar, que estaría formado por el amplísimo número de sujetos que desconocen que están infectados por el VHC. En estos pacientes no diagnosticados, es evidente que no podemos instaurar el tratamiento adecuado. De nuevo, el Plan Estratégico Nacional Frente a la Hepatitis C deberá diseñas los caminos adecuados para resolver este problema (5).

Pero vamos a centrarnos en el título de este artículo: ¿existen realmente pacientes difíciles de curar en esta era de la terapia libre de IFN con AADs?. En efecto, la revolución en la terapia antiviral hace que muchos grupos de pacientes considerados difíciles de curar, tengan unas tasas de respuesta similares a los pacientes “fáciles de curar”. Probablemente todos estaríamos de acuerdo con los iguientes enfermos infectados con el VHC eran difíciles de curar: alta carga viral, portadores del haplotipo TT de la IL28B, genotipo 1a, cirróticos, no respondedores a un tratamiento previo con doble o triple terapia, coinfectado por el VIH o con una insuficiencia renal avanzada (grados 4 ó 5). Pero si repasamos los resultados de la terapia antiviral en estos grupos de pacientes observamos, no sin sorpresa, que los resultados son idénticos a los obtenidos en los pacientes más fáciles de curar. Vamos a ver algunos ejemplos. Los ensayos ION 1, 2 y 3 que evalúan la eficacia de la combinación de sofosbuvir y ledipasvir en pacientes genotipo 1, demuestran una eficacia similar (y superior al 90% en todos los casos) independientemente del subtipo del genotipo 1, de la carga viral, de la existencia o no de cirrosis o del fracaso de un tratamiento previo (6, 7, 8). Del mismo modo, los ensayos SAPPHIRE 1 y 2 (en naives y pretrados respectivamente) que estudian la eficacia de la combinación de paritaprevir/r, ombitasvir y dasabuvir asociado a ribavirina, objetivan una tasa de RVS superior al 95% independientemente de los factores antes señalados (9, 10). Y resultados similares obtienen la combinación de sofosbuvir y daclatasvir (con o sin ribavirina) o la combinación de los nuevos agentes antivirales aún en fase III, grazoprevir y elbasvir con o sin ribavirina (11, 12) Está claro que estos resultados avalan un cambio conceptual de primer nivel: los pacientes infectados por el genotipo 1, sean 1a ó 1b, cirróticos, con alta carga viral o con un genotipo de la Il28B desfavorable ya no pertenecen al colectivo de pacientes difíciles de curar. Pero si analizamos el resultado en términos de RVS de los pacientes coinfectados con el VIH los resultados son iguales; por ejemplo, el ensayo ALLY-2 que evaluó la eficacia y la seguridad de la combinación sofosbuvir más daclatasvir en pacientes genotipo 1 coinfectados con el VIH y que incluyó tanto pacientes naïve como tratados con anterioridad sin respuesta, y de los que el 14% eran cirróticos, demostró una elevadísima tasa de eficacia antiviral (superior al 95% en los grupos tratados durante 12 semanas) (13). Es decir, que la terapia antiviral libre de IFN es igual de eficaz en pacientes monoinfectados que coinfectados por el VIH; este aspecto es de transcendental importancia toda vez que los pacientes coinfectados constituyen un subgrupo de especial mal pronóstico por el incremento de la velocidad de progresión de la fibrosis. Pero si nos preguntan por algún subgrupo de pacientes en los que la dificultad de la respuesta era la norma, sin duda, los pacientes con una insuficiencia renal avanzada (grados 4 ó 5) son paradigmáticos. Pero, y de nuevo la espectacularidad de los resultados nos deja perplejos, los resultados que se han mostrado en el EASL de hace unos días contradicen este hecho. Así, la combinación 3D de Abbvie ensayada en 20 pacientes genotipo 1 (13 sujetos 1a y 7 sujetos 1b) ha demostrado sin lugar a dudas, su seguridad y, con resultados todavía incompletos su enorme potencialidad de supresión de la carga viral (14). Pero los datos son aún mejores en el ensayo denominado C-SURFER; en éste se investiga la eficacia y seguridad de grazoprevir y elbasvir en 210 pacientes con insuficiencia renal avanzada (la mayoría en hemodiálisis) observando una RVS en 115 de 116 pacientes (la curación de la práctica totalidad de los pacientes) en 12 semanas de tratamiento (15).

Por lo tanto si los pacientes con alta carga viral, portadores del haplotipo TT de la IL28B, genotipo 1a, cirróticos, no respondedores a un tratamiento previo con doble o triple terapia, coinfectado por el VIH o con una insuficiencia renal avanzada (grados 4 ó 5) ya no son difíciles de curar con la práctica clínica habitual: ¿tenemos algún reto asistencial en el futuro inmediato?, ¿Quedan pacientes difíciles de curar?. Seguro que tenemos muchos retos por delante; desde el punto de vista asistencial, en los próximos meses/años veremos o participaremos en muchos ensayos en los que se analizará el papel de la ribavirina, la duración óptima de la terapia antiviral y la posibilidad de acortamiento de la misma en algunos pacientes, la combinación óptima de AADs (dos o tres, siempre con un NS5b y un NS5a,…) y otros muchos aspectos que facilitarán el tratamiento y la adherencia, hasta hacerle un régimen de enorme facilidad para pacientes y médicos.

Respecto a la segunda pregunta, por desgracia todavía quedan pacientes difíciles de curar. Entre éstos destacan los pacientes infectados por el genotipo 3, los pacientes con una cirrosis descompensada y, finalmente un grupo emergente y que no analizaremos en esta revisión, los enfermos que fracasan tras una terapia con AADs libre de IFN. Como hemos visto con anterioridad, los pacientes con una cirrosis compensada alcanzan tasas de RVS similares a los de los pacientes sin cirrosis. Pero, por desgracia, los resultados no son superponibles en los pacientes con una cirrosis descompensada y/o con hipertensión portal (16). Especialmente, esta disminución de la eficacia se centra en las poblaciones en las que es más necesaria la curación de la infección, los cirróticos Child C (17) como nos han mostrado las últimos trabajos en este sentido comunicados en el EASL, aunque bien es cierto que el número de pacientes Child C tratados ha sido escaso (18). No existe una razón demostrada para que la eficacia antiviral sea menor en este subgrupo de pacientes, aunque se postulan una disminución de la biodisponibilidad del principio activo o la presencia de “santuarios” virales en el hígado cirrótico con severo trastorno del flujo intrahepático. Es evidente que necesitamos una intensa investigación sobre el o los mecanismos que condicionan el fracaso del tratamiento. Pero además de la eficacia antiviral, en la cirrosis descompensada debemos tener en cuenta la potencial mejora de la función hepática asociada al propio tratamiento antiviral o los beneficios que puede suponer en términos de evitar un trasplante o un retrasplante.

Por último, los pacientes infectados por el genotipo 3, hasta hace unos años considerado el genotipo más fácil de curar con tasas de RVS superiores al 70%, constituyen un grupo donde la RVS es claramente subóptima (19). Además de una menor eficacia de los agentes antivirales, exceptuando el daclatasvir, el genotipo 3 se caracteriza por un incremento en la velocidad de progresión de la cirrosis, un potencial oncogénico mayor y una, sin duda, mayor probabilidad de desarrollar complicaciones extrahepáticas de tipo metabólico. De este modo, mientras que 12 semanas de tratamiento antiviral son suficientes en la mayoría de los pacientes infectados con otros genotipos, la infección por genotipo 3 necesita, en muchos casos, 24 semanas de tratamiento y, a pesar de lo prolongado de la terapia, el éxito puede ser tan bajo como del 60% en pacientes cirróticos (20). Aunque algunas combinaciones recientes basadas en daclatasvir, con resultados preliminares, sugieren que un tratamiento combinado con sofosbuvir y ribavirina durante 24 semanas puede alcanzar el 85% de éxito, de momento, el genotipo 3 es el rey en el reino de los pacientes difíciles de curar.

 

 

 

BIBLIOGRAFÍA
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Retreatment of HCV with ABT-450/r-ombitasvir and dasabuvir with ribavirin. N Engl J Med 2014; 370:1604-14. doi: 10.1056/NEJMoa1401561.
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10. Feld JJ, Kowdley KV, Coakley E, Sigal S, Nelson DR, Crawford D, Weiland O, Aguilar H, Xiong J, Pilot-Matias T, DaSilva-Tillmann B,
Larsen L, Podsadecki T, Bernstein B. Treatment of HCV with ABT-450/r-ombitasvir and dasabuvir with ribavirin. N Engl J Med 2014;
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Bourliere M, DeJesus E, Zuckerman E, Dutko F, Shaughnessy M, Hwang P, Howe AY, Wahl J, Robertson M, Barr E, Haber B. Efficacy
and safety of 8 weeks versus 12 weeks of treatment with grazoprevir (MK-5172) and elbasvir (MK-8742) with or without ribavirin in
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vol31 n3 programa cientifico

Programa Científico

vol31 n3 programa cientifico

VIERNES, 16 de octubre 09:00 Apertura de Secretaría. Entrega de documentación. Colocación de Pósters. 09:00 MESA 1. TRABAJOS COLABORATIVOS EN EL SENO DE LA ACAD

Moderadores: Dr. Luis Fernández Salazar Hospital Clínico Universitario. Valladolid.

Dr. Jorge Mendoza Jiménez Ridruejo Hospital Univ. “La Princesa”. Madrid.

09:00-09:20 Enfermedad Inflamatoria Intestinal. Estado de trabajos realizados (EICIA) y nuevas propuestas

Dr. Luis Fernández Salazar Hospital Clínico Universitario. Valladolid.

09:20-09:40 Estudios en el grupo de enfermedades hepáticas de Castilla y León

Dr. Francisco Jorquera Plaza Hospital Universitario de León.

09:40-10:00 Estudio SENECA (Spanish study of Endoscopy and Eosinophils Correlation Assessment).

Dr. Joaquín Rodríguez Sánchez Hospital General Universitario de Ciudad Real.

10:00-10:20 Cromoendoscopia para el diagnóstico precoz de colitis ulcerosa: Experiencia en Castilla y León. (GEICYL)

Dra. Beatriz Sicilia Aladrén Hospital Universitario de Burgos. Burgos.

10:20-10:40 Situación de la revista de la ACAD.

Dr. Jorge Mendoza Jiménez-Ridruejo Hospital Universitario La Princesa. Madrid.

10:40-10:50 Propuestas de estudios colaborativos varios

11:00 INAUGURACIÓN OFICIAL Dr. Pedro Menchén Fernández-Pacheco 11:45 CONFERENCIA INAUGURAL

Moderador: Dra. Ana Beatriz Prieto Bermejo Hospital Universitario de Salamanca. Salamanca.

Importancia de la calidad en la colonoscopia

Dr. Miguel Muñoz Navas Clínica Universitaria de Navarra. Pamplona.

12:15 MESA 2. ENDOSCOPIAS DIGESTIVAS

Moderadores: Dr. Alejandro Repiso Ortega Hospital Virgen de la Salud. Toledo.

Dr. Santiago Rodríguez Gómez Hospital Universitario Virgen de la Concha. Zamora.

12:15-12:35 Cromoendoscopia

Dra. Beatriz Sicilia Aladrén Hospital Universitario de Burgos. Burgos.

12:35-12:55 Pólipos de colon. Criterios de no resecabilidad.

Dr. Alberto Álvarez Delgado Hospital Universitario de Salamanca. Salamanca.

12:55-13:15 Estenosis de tracto digestivo alto.

Dr. Manuel Pérez Miranda Hospital Universitario Río Hortega de Valladolid. Valladolid.

13:15-13:35 Seguridad y desinfecciones en endoscopias digestivas

Dr. Enrique Vázquez Sequeiros Hospital Universitario Ramón y Cajal. Madrid.

13:35-13:45 Discusión.

13:45 ALMUERZO DE TRABAJO Claustro de Colegio Mayor Arzobispo Fonseca 15:30 MESA 3. COMUNICACIONES ORALES

Moderadores: Dr. Cecilio Santander Vaquero Hospital Universitario La Princesa. Madrid.

Dr. Federico Sáez-Royuela Gonzalo Hospital Universitario de Burgos. Burgos.

8 comunicaciones seleccionadas con una duración de 10 minutos cada una.

17:00 CONFERENCIA

Moderador: Dr. Julio Pérez de la Serna Hospital Clínico Universitario de Madrid. Madrid.

Síndrome del Intestino Irritable

Dr. Fernando Geijo Martínez Hospital Universitario de Salamanca. Salamanca.

17:45 CONFERENCIA

Moderador: Dr. José Luis Olcoz Goñi Hospital Universitario de León. León.

Genotipo 3 del VHC. Líneas de tratamiento.

Dr. Javier Crespo García Hospital Universitario Marqués de Valdecilla. Santander.

18:05 MESA 4. ENFERMEDAD INFLAMATORIA INTESTINAL

Moderadores: Dra. Vanessa Prieto Vicente Hospital Universitario de Salamanca. Salamanca.

Dr. Jesús Barrio Andrés Hospital Universitario Río Hortega de Valladolid.

18:05-18:25 EII. Nuevos fármacos en EII.

María Isabel Vera Mendoza Hospital Universitario Puerta de Hierro. Majadahonda. Madrid

18:25-19:05 Enfermedad de Crohn. Diferentes opciones de tratamiento.

Fernando Muñoz Nuñez Compleo Asistencial Universitario de León.

Antonio López San Román Hospital Universiario Ramón y Cajal. Madrid.

19:05-19:25 Atención no presencial en A. Digestivo

Ana Echarri Piudo Complejo Hospitalario Universitario de El Ferrol.

19:25-10:40 Discusión

19:45 ASAMBLEA ACAD   SÁBADO, 17 de octubre 2015 09:00 MESA 5. RESIDENTES: 12 RESPUESTAS CORTAS A 12 PREGUNTAS CONCRETAS

Moderadores: Dra. Ana María Mora Soler Hospital Universitario de Salamanca.

Dr. Antonio Pérez Millán Hospital Universitario Río Carrión. Palencia

10:35 CONFERENCIA MAGISTRAL

Moderador: Dr. Antonio Rodríguez Pérez Hospital Universitario de Salamanca. Salamanca.

La gestión de la patología digestiva. Experiencia de Valencia

Dra. Pilar Nos Mateu Hospital Universitario y Politécnico de La Fe. Valencia.

11:30 RESUMEN PÓSTERS

Dra. Concepción Piñero Pérez

Dra. Alejandra Fernández Pordomingo, Hospital Universitario de Salamanca. Salamanca.

11:50 MESA 6. ENFERMEDADES HEPÁTICAS

Moderadores: Dra. Gloria Sánchez Antolín Hospital Universitario Río Hortega de Valladolid.

Dr. Juan Martínez Moreno Hospital Universitario de Salamanca. Salamanca.

11:50-12:10 Beneficios, riesgos y contraindicaciones de los Beta-bloqueantes en los pacientes con cirrosis.

Dr. Agustín Albillos Martínez Hospital Universitario Ramón y Cajal. Madrid.

12:10-12:30 Hemodinámica Portal en la práctica clínica actual.

Dr. Rafael Bañares Cañizares Hospital Universitario Gregorio Marañón. Madrid

12:30-12:50 Líneas actuales de tratamientos en VHC.

Dr. José Luis Calleja Panero Hospital Univ. Puerta de Hierro de Majadahonda. Madrid.

12:50-13:10 Enfermedad hepática por VHC y co-infección por VIH.

Dr. Manuel Rodrígez García Hospital Universitario Central de Asturias. Oviedo.

13:10-13:30 Discusión

13:50 BECA ACAD, ENTREGA DE PREMIOS Y CLAUSURA

Comunicaciones Orales

PREOCUPACIONES DE LOS PACIENTES CON EII. ¿ESTÁN SUS FAMILIARES AL TANTO?   Berroa E, Fernández-Salazar L, Rodríguez McCullough N, Garrote JA GASTROENTEROLOGY UNIT. HOSPITAL CLÍNICO UNIVERSITARIO. VALLADOLID. CARDIOLOGY UNIT, PAPWORTH HOSPITAL, CAMBRIDGE, UK. CLINICAL LABORATORY UNIT. HOSPITAL UNIVERSITARIO RÍO HORTEGA. VALLADOLID.   INTRODUCCIÓN El cuestionario RFIPC incluye 25 ítems y fue diseñado para medir el grado de preocupación de los pacientes con EII.   OBJETIVO Medir el grado de concordancia entre las preocupaciones que tienen los pacientes que padecen EII y lo que sus familiares piensan que les preocupa.   MATERIAL Y MÉTODOS Se ha entrevistado a 83 pacientes acompañados de un familiar. A paciente y familiar se ha solicitado que contesten el cuestionario RFIPC. Las preguntas dirigidas al familiar han sido modificadas de forma que lo que se le pregunta se refiere al paciente: “¿Cómo cree usted que su familiar está de preocupado por…?” Para comparar las respuestas de pacientes y familiares se hizo un análisis factorial de forma que los 25 ítems se resumen en 5 factores: “Consecuencias”, “intimidad y sexualidad”, “aislamiento”, “asistencia sanitaria” y “cirugía y limpieza”. Se ha comprobado la correlación de las puntuaciones entre familiares y pacientes mediante la prueba de Pearson y se han comparado mediante prueba t para variables emparejadas.   RESULTADOS Los pacientes tenían 48 años (DS 13), 51% mujeres, 54% EC y 43% CU; sus tenían 51 años (DS13), 65% mujeres, eran: cónyuge o pareja en el 70%, progenitor en el 21%, hermano/a en el 5% e hijo/a en el 4%. Las puntuaciones y correlación entre pacientes y familiares en cada factor fueron: “Consecuencias” 52(DS24) vs 65(DS25) p<0,001; R 0,431, p<0,001, “intimidad y sexualidad” 32 (DS23) vs 39(DS27) p<0,027; R 0,385, p<0,001, “aislamiento” 32 (DS26) vs 38 (DS32) p 0,092; R 0,413, p<0,001, “asistencia sanitaria”63 (DS26) vs 69 (DS28) p 0,111; R 0,378, p <0,001 y “cirugía y limpieza” 52 (DS29) vs 62 (DS29) p 0,01; R 0,339, p<0,001.   CONCLUSIONES No hay una correlación estrecha entre las puntuaciones del RFIPC de familiares y pacientes. Los familiares sobreestiman el grado de preocupación que tienen los pacientes sobretodo en cuanto a las “consecuencias” de la enfermedad y las relativas a la “cirugía y la limpieza”.   CORRESPONDENCIA: dra.edelberroa@hotmail.com
CARACTERÍSTICAS CLÍNICAS Y TRATAMIENTOS DE LOS PACIENTES CON EII Y SERONEGATIVIDAD PARA EL VEB   Fernández-Salazar L (1), Alonso C (2), Rivero M (2), Fernández N (3), Muñoz F (3), Legido J (4) HOSPITAL CLÍNICO UNIVERSITARIO DE VALLADOLID (1). HOSPITAL MARQUÉS DE VALDECILLA DE SANTANDER (2) COMPLEJO HOSPITALARIO UNIVERSITARIO DE LEÓN (3) COMPLEJO HOSPITALARIO DE SEGOVIA (4)   INTRODUCCIÓN La infección por VEB puede tener implicaciones clínicas en pacientes con EII.   OBJETIVOS Conocer la tasa de seronegatividad frente al VEB y de seroconversión en pacientes con EII y describir el tratamiento que han recibido estos pacientes.   MÉTODOS Estudio retrospectivo que incluye los pacientes con EII con determinaciones de IgG frente a VEB de 4 hospitales. Se describen las características clínicas de los pacientes con IgGVEB-, y los tratamientos recibidos.   RESULTADOS De 370 pacientes la frecuencia de IgG VEB – fue 6,4%. El 11% de los menores de 30 años y 5% de los mayores de 30 años. H: M, 2:1. Dieciséis padecían EC y 8 CU. El 78% ha sido tratado con corticoides sistémicos, el 83% con INM. El 17% con MTX. El 54% de los pacientes ha recibido antiTNF. El 21% ha recibido antiTNF+INM. El 50% de los pacientes con EC requirieron cirugía. La seroconversión se investigó en 7 pacientes confirmándose en 3 tras 44 meses.   CONCLUSIONES Uno de cada 10 pacientes con EII menor de 30 años es IgG VEB-. Estos son pacientes jóvenes y tratados con inmunosupresores. La probabilidad de primoinfección por VEB es elevada.   CORRESPONDENCIA: luisfernsal@gmail.com
SEROPREVALENCIA DE ANTICUERPOS FRENTE AL VIRUS DE LA HEPATITIS E EN PACIENTES CON HIPERTRANSAMINASEMIA Y SU ASOCIACIÓN CON LOS VIRUS B Y C.   Siller Ruiz M1, Martín Arribas MI2, Hernández Egido S1, Muñoz Criado S1, González San Martín F2, Cordero Sánchez M3, Iglesias Gómez A3, Muñoz Bellido JL1 SERVICIOS DE MICROBIOLOGÍA 1, APARATO DIGESTIVO2 Y ENFERMEDADES INFECCIOSAS 3. COMPLEJO ASISTENCIAL UNIVERSITARIO DE SALAMANCA (CAUSA). INSTITUTO DE INVESTIGACIÓN BIOMÉDICA DE SALAMANCA (IBSAL).   INTRODUCCIÓN La prevalencia de anticuerpos frente al virus de la hepatitis E (VHE) en población sana en nuestro medio es del 11%. Nuestro objetivo es conocer la seroprevalencia de anticuerpos anti-VHE en pacientes con hipertransaminasemia y su asociación con los virus de la hepatitis B (VHB) y C (VHC).   MATERIAL Y MÉTODOS Durante el período de Enero de 2014 a Septiembre de 2015 se determinaron en 155 pacientes con hipertransaminasemia IgG e IgM anti-VHE en suero mediante técnica de enzimoinmunoanálisis (DIA.PRO Srl, Milán, Italia). Cuando la IgM fue positiva, se realizó PCR anidada para determinar la presencia de viremia.   RESULTADOS. 79 pacientes (51%) eran varones y 76 (49%) mujeres con una edad media de 47 años. En 30 pacientes (19,3%) se detectó IgG anti-VHE, y en 6 de estos IgM anti-VHE (20% de los seropositivos para VHE y 3,9% de todos los pacientes con hipertransaminasemia), aunque sólo 2 (6,7%) tenían viremia positiva. De los seropositivos para VHE, 4 (13,3%) tenían infección por VHB (1 paciente- 3,3%-) o por VHC (2 pacientes -6,7%-) o ambos (1 paciente -3,3%-).   CONCLUSIÓN En nuestro medio la seroprevalencia de anticuerpos anti-VHE en pacientes con hipertransaminasemia es más elevada que en población sana (19,3% vs 11%). Durante el período de estudio se diagnosticó hepatitis aguda por VHE en el 20% de los pacientes seropositivos para VHE (3,9% de los pacientes con hipertransaminasemia). El 13,3% de los seropositivos para VHE tenían infección por VHB o VHC o ambos.   CORRESPONDENCIA: msiller@hotmail.es
EVOLUCIÓN DE LAS PRUEBAS DE FUNCIÓN HEPÁTICA EN PACIENTES OBESOS SOMETIDOS A CIRUGÍA BARIÁTRICA   Carbonell Muñoz C1, Herrera Flores C2, Polo San Ricardo D1, Torres Triana JL1,6, Hernández Cosido L3, Matesanz N5, Manzanedo Bueno L1, Macías Casanova R1, Mateos Díaz AM1, Sabio G5, Rodríguez Pérez A4,6, Marcos Martín M1,6 SERVICIO DE MEDICINA INTERNA, HOSPITAL UNIV. DE SALAMANCA 1. DEPARTAMENTO DE MEDICINA. FACULTAD DE MEDICINA DE SALAMANCA, UNIVERSIDAD DE SALAMANCA 2. SERVICIO DE CIRUGÍA GENERAL, HOSPITAL UNIV. DE SALAMANCA 3. SERVICIO DE APARATO DIGESTIVO, HOSPITAL UNIV. DE SALAMANCA 4. CENTRO NACIONAL DE INVESTIGACIONES CARDIOVASCULARES (CNIC), MADRID 5. INSTITUTO DE INVESTIGACIÓN BIOMÉDICA DE SALAMANCA-IBSAL 6. INTRODUCCIÓN La obesidad se asocia con varias enfermedades entre las que destaca la esteatosis hepática no alcohólica (EHNA). El diagnóstico se basa en la mayoría de las ocasiones en la alteración de en las pruebas de función hepática (PFH) y los datos ecográficos. Su frecuencia y gravedad podrían estar relacionadas con el grado de obesidad de los pacientes, y la evolución tras el tratamiento de la obesidad mórbida no está claramente establecida.   OBJETIVOS Analizar la correlación entre las alteraciones en las PFH y los hallazgos en la biopsia hepática en una cohorte de pacientes obesos sometidos a cirugía bariátrica así como las variaciones de las PFH en el primer año de seguimiento.   MATERIAL Y MÉTODOS Estudio observacional y prospectivo de una cohorte de pacientes adultos con obesidad e índice de masa corporal [IMC] mayor de 35 kg/m2, intervenidos de cirugía bariátrica (CB) en el Hospital Universitario de Salamanca. Se realizó una valoración previa a la intervención y a los 6 y 12 meses de la cirugía, recogiendo los datos clínicos, antropométricos y analíticos. Se excluyeron pacientes con otras posibles causas de hepatopatía. En la cirugía se obtuvo muestra para biopsia hepática (BH) y se analizó de acuerdo al índice NAS (NAFLD activity score). La comparación de variables se llevó a cabo mediante el test de la t de Student para datos apareados y la correlación mediante el test de Pearson o rho de Spearman.   RESULTADOS Se incluyeron 33 pacientes (26 mujeres) con BH intervenidos por obesidad mórbida en nuestro centro con edad media de 43,57 años (rango19-63). La ecografía abdominal previa a la cirugía encontró EHNA en 16 pacientes (48,50%) y el valor de NAS medio fue de 2,61(desviación estándar = 1,73). El peso medio previo a la intervención quirúrgica fue de 129,52 kg (18,26), con un IMC medio de 49,34 kg/m2 (6,9), observándose una reducción media del peso a los seis y doce meses de 35,87 kg (10,14) y 42,42 kg (12,83), respectivamente. El valor medio basal de las PFH fue de: AST 24,18 (12,83) U/L, ALT 30,36 (17,18) U/L, GGT 30,42 (18,59) U/L, FA 72,75 (16,10) U/L y bilirrubina total 0,42 U/L (10,15). Se encontró una correlación estadísticamente significativa (P <0,01) entre los valores de NAS con los valores basales de AST (rho= 0,60), ALT (rho=0,61) y GGT (rho= 0,58). Sin embargo, la correlación entre el peso e IMC con los valores basales de AST, ALT y GGT, así como la correlación entre los valores de NAS e IMC no resultaron estadísticamente significativos. Durante el primer año de evolución, se apreció una disminución del valor de las transaminasas de 5,14 U/L (11,07) para la AST y 12,76 U/L (15,35) para la ALT y también un descenso de 15,61 U/L (14,12) de la GGT, todos ellos estadísticamente significativos. Los niveles de FA fueron similares antes y después de la cirugía, y se apreció un mínimo aumento (0,11 mg/ dl) pero estadísticamente significativo (P = 0,01), en los niveles de bilirrubina total.   CONCLUSIONES El valor de IMC no puede utilizarse como predictor de lesión hepática. El valor de las PFH, presenta una correlación moderada con la presencia de ENHA detectada por BH. Dados los valores en rangos normales de las PFH en muchos pacientes, deberían utilizarse otros métodos para el diagnóstico de EHNA en pacientes con obesidad.   CORRESPONDENCIA: crstncarbonell@gmail.com
FACTORES PREDICTORES DE LA EVOLUCIÓN DE LOS PACIENTES CON ICTERCIA OBSTRUCTIVA DE ORIGEN MALIGNO IRRESECABLE TRAS CPRE FALLIDA Alcaide Suárez N 1, Fernández Salazar L 1, Udaondo MA 2, Peñas Herrero I 3, Velayos Jiménez B 1, de la Serna Higuera C 3, del Olmo L 1, Trueba FJ 2, González Hernández JM 1, Pérez-Miranda M 3 1 SERVICIO DE APARATO DIGESTIVO Y 2 SERVICIO DE RADIOLOGÍA. HOSPITAL CLÍNICO UNIVERSITARIO DE VALLADOLID. 3 SERVICIO DE DIGESTIVO. HOSPITAL RÍO HORTEGA. VALLADOLID.   INTRODUCCIÓN Y OBJETIVOS Los factores que influyen en la evolución de los pacientes con ictericia obstructiva maligna irresecable no se conocen con exactitud. Nuestro objetivo fue determinar los factores predictores que influyen en la evolución de los pacientes con obstrucción biliar maligna irresecable tras el drenaje biliar mediante colangiografía transparietohepática (CTPH) o drenaje biliar guiado por ecoendoscopia (DBUSE) y CPRE fallida.   PACIENTES Y MÉTODOS Se ha revisado la evolución de 80 pacientes con obstrucción biliar maligna drenados con CTPH o DBUSE. Se realizó análisis de regresión binario uni y multivariante para las variables dependientes: éxito técnico, clínico, complicaciones, exitus en el ingreso, disfunción, supervivencia a 3 y 6 meses y análisis de regresión de Cox uni y multivariante de mortalidad. Las variables independientes: edad, sexo, etiología, localización de la obstrucción, bilirrubina, causa de CPRE fallida, días desde la obstrucción al drenaje, desde la CPRE al drenaje, número de intentos, prótesis, drenaje interno, QT. Significativo p<0,05.   RESULTADOS 57.5% varones, edad media (DS) 72.8 (13.9). 76.2% etiología primaria, 35% localización hiliar. Supervivencia media fue 161 días. No acceso a papila como causa de CPRE fallida fue factor pronóstico independiente de menor riesgo de complicaciones (OR 0.178, IC 95% 0.045-0.700, p=0.014). Tiempo desde la CPRE al procedimiento fue factor pronóstico independiente de mayor riesgo de exitus durante el ingreso (OR 1.121, IC 95% 1.005-1.250, p=0.040). Localización hiliar fue factor pronóstico independiente de menor supervivencia a los 3 y 6 meses (OR 0.155, IC 95% 0.029-0.819, p=0.028; OR 0,155, IC 95% 0,029-0,821, p=0,028). Reintervención por disfunción de la prótesis fue factor predictor de mayor supervivencia a los 6 meses (OR 5.839, IC 95% 1.296-26.312, p=0.022). Localización hiliar y reintervención por disfunción predijeron la mortalidad en el tiempo de forma independiente (HR 1,969, IC 95% 1.037-3.737, p=0.038; HR 0.491, IC 95% 0.263-0.914, p=0.025). El tipo de drenaje empleado no predijo ninguna de las variables.   CONCLUSIONES La localización hiliar, la causa de la CPRE fallida, los días entre la CPRE y el drenaje biliar y la reintervención por disfunción de la prótesis predicen la evolución de los pacientes. Estos factores pueden ser relevantes para mejorar nuestra práctica diaria.   CORRESPONDENCIA: noelialcaide@hotmail.com
pH-IMPEDANCIOMETRÍA BAJO TRATAMIENTO CON IBP EN PACIENTES CON MANIFESTACIONES EXTRAESOFÁGICAS. ¿ES ÚTIL? Hontoria Bautista G, Bernad Cabredo B, Romero Araúzo MJ, Moncada Urdaneta A, Badía Aranda E, Sáez-Royuela F, Martín Lorente JL UNIDAD DE PRUEBAS FUNCIONALES. SERVICIO DE APARATO DIGESTIVO. HOSPITAL UNIVERSITARIO DE BURGOS.   INTRODUCCIÓN La ERGE puede ser responsable de manifestaciones extraesofágicas (MEE) que pueden requerir pHmetría (pH) o pHImpedanciometría (pHI). La pHI realizada bajo tratamiento con IBP, al valorar reflujo no ácido (RNA), puede ayudar a distinguir pacientes con ERGE controlada de los no sospechosos de ERGE.   OBJETIVO Valorar la pHI bajo tratamiento IBP respecto a la pH en pacientes con MEE.   MÉTODOS Estudio prospectivo de pacientes con MEE de la ERGE mediante pH o pHI entre Enero y Junio de 2015. Se usaron equipos Orion y Omega (MMS). El IBP fue prescrito por el médico solicitante. Resultados: Se realizaron 155 pH o pHI, 52 (33,5 %) para estudio de MEE. 23 pacientes (44,2%) presentaban laringitis crónica, tos crónica 17 (32,7%), asma 7 (13,5%), infecciones respiratorias de repetición 4 y erosiones dentarias 1.En 39/52 (75%) se realizó pHI, 13 (33,3%) con IBP.8/13 (61,5%) sujetos estudiados por pHI con IBP tuvieron buen control del reflujo ácido. 3 de los 8 (37.5%) tenían RNA aumentado.   CONCLUSIONES Los pacientes con MEE suponen una causa frecuente de pHI, en ocasiones para control de tratamiento IBP. La pHI bajo tratamiento con IBP ayuda a distinguir pacientes con RNA elevado y buen control antisecretor sospechosos de ERGE.   CORRESPONDENCIA: gadeva@hotmail.com
CORRELACIÓN ENTRE LA CLASIFICACIÓN HISTOLÓGICA DE MARSH, ENFERMEDAD CELIACA Y OTRAS CAUSAS DE MALABSORCIÓN Vendrell Aranda C1, Domper Bardají F1,2, Patón Arenas R1,2, González López L1,3, Martínez Delgado C4, Peña Gómez M2, Hernández Albújar A1,2, Martos Plasencia C2, Salmoral Luque R2, Sánchez Alonso M2 FACULTAD DE MEDICINA DE CIUDAD REAL (UCLM) 1. SECCIÓN DE APARATO DIGESTIVO HGUCR 2. SERVICIO DE ANATOMÍA PATOLÓGICA HGUCR 3. UNIDAD DE EPIDEMIOLOGÍA HGUCR 4   OBJETIVOS Valorar qué porcentaje de pacientes con duodenitis linfocítica (DL), hiperplasia de criptas y atrofia vellositaria (Marsh I, II y III) fueron diagnosticados de enfermedad celiaca (EC) y describir dentro del grupo de DL la relación de la serología y estudio genético con el diagnóstico final.   MATERIAL Y MÉTODOS Se utilizó la base de datos de Anatomía Patológica (años 2010- 2014) con búsqueda de DL, atrofia vellositaria, EC y Marsh. Se revisaron las historias clínicas informatizadas de estos pacientes. Se excluyeron los pacientes sin seguimiento clínico.   RESULTADOS Se incluyeron 218 pacientes. 73 varones, edad media 17 años (1-76), con biopsia inicial de Marsh I, II y II en 55, 4 y 159 respectivamente. 24 pacientes Marsh I (43,5%) y 160 Marsh II-III (98%) fueron diagnosticados de EC. En el grupo de DL tuvieron serología positiva 29 pacientes (21 con EC y 8 sin EC) y los pacientes con HLA negativo no tuvieron EC independientemente del título de anticuerpos. La infección por H. pylori fue la causa más frecuente de DL entre los pacientes sin EC.   CONCLUSIONES La existencia de atrofia vellositaria fue sinónimo de EC. En la DL sin EC el estudio genético fue determinante.   CORRESPONDENCIA: franciscodomper@telefonica.net
EVOLUCIÓN DE LA COLITIS MICROSCÓPICA EN LA PROVINCIA DE SALAMANCA Marcos Prieto HM, Jiménez Jurado A, Piñero Pérez C, Pérez Corte D, Revilla Morato C, Calabuig Mazzola VK, García Prada M, González-Cotorruelo González A, Mora Soler A, González Santiago JM, Rodríguez Pérez A SERVICIO DE APARATO DIGESTIVO. COMPLEJO ASISTENCIAL UNIVERSITARIO DE SALAMANCA. INSTITUTO DE INVESTIGACIÓN BIOMÉDICA DE SALAMANCA (IBSAL). ESPAÑA   INTRODUCCIÓN En España pocas provincias aportan datos epidemiológicos de colitis microscópica (CM).   OBJETIVOS Analizar y comparar la incidencia y características epidemiológicas de los pacientes diagnosticados de CM en Salamanca desde 1999 hasta 2014.   MÉTODOS Estudio observacional retrospectivo. Las variables estudiadas fueron género, edad (con grupos de edad) y fecha de diagnóstico   RESULTADOS Se diagnosticaron 167 pacientes (tasa de incidencia anual de 2.98 casos por 100000 habitantes y edad media de 60.2 años) Predomina el sexo femenino (1:1.7) y la franja de edad entre los 51 y 75 años (48% de la incidencia total) Se ha triplicado la incidencia en el periodo de 2007 a 2014 respecto al de 1999 a 2006 manteniéndose la población estable en ambos periodos.   CONCLUSIONES: – La incidencia de CM en los últimos años se ha triplicado. Los factores más determinantes podrían ser el aumento del número de colonoscopias (CP) y la creciente sospecha clínica – Los resultados apoyan la hipótesis de que existe un gradiente norte-sur – El aumento de la detección supondría una mejora en manejo y evitaría gastos en pruebas innecesarias si la sospecha es alta siendo la CP coste-efectiva.     CORRESPONDENCIA: h.mp@hotmail.es