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TABLA1

Adalimumab en el tratamiento de la colitis ulcerosa: una revisión crítica

María Chaparro y Javier P. Gisbert.

Hospital Universitario de La Princesa. Instituto de Investigación Sanitaria Princesa (IIS-IP).
Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Hepáticas y Digestivas (CIBEREHD).

Correspondencia:

María Chaparro, MD.

Americio 17, portal E 2ºC.

28021 Madrid. Spain.

Tel.: 34-913093911; Fax: 34-914022299

E-mail: mariachs2005@gmail.com

 

RESUMEN

La colitis ulcerosa (CU) es una enfermedad inflamatoria intestinal crónica que afecta al colon. El adalimumab ha demostrado ser eficaz en la inducción y el mantenimiento de la remisión en los pacientes con CU moderada-grave, siendo la magnitud de su efecto probablemente mayor en la práctica clínica que lo descrito en los ensayos clínicos. Además, el tratamiento con este fármaco permite disminuir la tasa de hospitalizaciones en los pacientes con CU moderada-grave. Ninguno de los anti-TNFa parece ser más eficaz que los otros en el tratamiento de la CU, por lo que la elección de uno u otro debe basarse en otros factores, como la vía de administración o la preferencia del paciente. Sin embargo, adalimumab, al igual que el golimumab, no ha sido evaluado en el caso de la CU grave corticorrefractaria, por lo que se desconoce su papel en esta situación clínica. Por otro lado, el tratamiento con adalimumab es seguro, pudiendo ser tolerado incluso por los pacientes que presentaron acontecimientos adversos con infliximab. La medición de los niveles de adalimumab podría ayudar a optimizar el tratamiento. No obstante, los datos sobre su utilidad en la CU son aún muy limitados. La relación coste-eficacia del tratamiento de la CU con anti-TNFa, incluido el adalimumab, es controvertida.

Abreviaturas: CU, colitis ulcerosa; anti-TNFa, fármacos contra el factor de necrosis tumoral a; AVAC, años de vida ajustados por calidad.

Palabras clave: Colitis ulcerosa, biológicos, adalimumab, infliximab, golimumab, anti-TNFa.

 

INTRODUCCIÓN

La colitis ulcerosa (CU) es una enfermedad inflamatoria intestinal crónica que afecta al colon. Aunque su etiología es desconocida, se ha sugerido que podría tener un origen multifactorial, consecuencia de la acción de factores ambientales que originarían la activación crónica del sistema inmune en individuos genéticamente predispuestos. Desde el punto de vista clínico, la CU se caracteriza por la aparición de brotes de inflamación intercalados con periodos de remisión 1.

En la actualidad no existe un tratamiento médico curativo para la CU. Tradicionalmente, se había propuesto la colectomía total como un tratamiento teóricamente curativo al extirpar el colon se evitaría la aparición de nuevo brotes de inflamación. Sin embargo, la morbimortalidad que se asocia a este procedimiento hace que en la actualidad el tratamiento quirúrgico quede reservado para aquellos pacientes que presenten refractariedad o intolerancia al tratamiento médico o bien complicaciones graves como el megacolon tóxico, displasia o carcinoma colorrectal 2.

Por tanto, el tratamiento médico es la piedra angular del manejo de la CU y su objetivo es controlar la inflamación para que los pacientes puedan llevar una vida normal. La elección del fármaco depende de la extensión de la enfermedad, de la gravedad del brote y de los tratamientos previos 1. Los aminosalicilatos son el tratamiento de primera línea en la CU leve-moderada. En el caso de que el paciente no responda a estos fármacos y en el caso de brotes moderados-graves, los esteroides continúan siendo el tratamiento de primera elección. En los casos en los que no haya respuesta a los corticoides o que los inmunosupresores sean insuficientes para mantener la remisión, estarían indicados los fármacos contra el factor de necrosis tumoral a (anti-TNFa) 1.

El TNFa es una citocina proinflamatoria que tiene un papel destacado en la patogenia de la enfermedad inflamatoria intestinal 3; aunque inicialmente el papel del TNFa no estaba tan establecido como en la enfermedad de Crohn, se ha descrito que esta citocina también se encuentra en concentraciones elevadas en el suero, la mucosa de colon y en las heces de los pacientes con CU 4-6. Además, el infliximab, que es un anticuerpo monoclonal contra el TNFa, ha demostrado su eficacia en la inducción y el mantenimiento de la remisión en pacientes con CU 7.

El adalimumab es una inmunoglobulina recombinante humana IgG1 que se une específicamente al TNFa, tanto soluble como de membrana, y bloquea su interacción con las subunidades p55 y p75 de los receptores transmembrana del TNFa. Es el primer anticuerpo anti-TNFa monoclonal enteramente humano y fue aprobado para el tratamiento de la artritis reumatoide por la Food and Drug Administration en 2002 y por la European Medicines Agency en 2003. En abril de 2012 se aprobó en Europa para el tratamiento de pacientes con CU de moderada a grave con una respuesta inadecuada a los tratamientos convencionales.

En el presente artículo revisaremos críticamente la evidencia sobre la eficacia del adalimumab en el tratamiento de la CU, su efecto en la prevención de la colectomía, la importancia de los niveles séricos del fármaco en la respuesta al tratamiento, así como algunos datos sobre la eficiencia de este fármaco.

 

EFICACIA DEL ADALIMUMAB ENEL TRATAMIENTO DE LA CU: LA EVIDENCIA DE LOS ENSAYOS CLÍNICOS

Los estudios clave que han evaluado la eficacia del adalimumab en la CU son los ULTRA 1 y 2 (Tabla I) 8-9. El estudio ULTRA 1 es un ensayo clínico aleatorizado, doble ciego, controlado con placebo 8 que consta de una primera fase de 8 semanas en la que se evaluó la respuesta a la inducción y, posteriormente, un seguimiento de 52 semanas. El estudio ULTRA 2 tiene un diseño similar, con una fase de inducción y, posteriormente, otra de mantenimiento durante 52 semanas 9. La diferencia entre estos estudios estriba en que la fase de mantenimiento fue abierta (todos los pacientes recibieron adalimumab) en el ULTRA 1 y ciega (aleatorizada y controlada con placebo) en el ULTRA 2.

El estudio ULTRA 1 incluyó a pacientes con CU de moderada a grave sin respuesta al tratamiento con corticoides e inmunosupresores que fueron asignados mediante aleatorización a 3 ramas de tratamiento: adalimumab 160/80 mg (160 mg en la semana 0, 80 en la semana 2 y 40 en las semanas 4 y 6), adalimumab 80/40 mg (80 mg en la semana 0 y 40 en las semanas 2, 4 y 6) y placebo. El porcentaje de pacientes que alcanzó la remisión en la semana 8 (objetivo primario) fue significativamente mayor en el grupo que recibió la dosis más alta de adalimumab (160/80 mg) que en el grupo placebo (18,5 frente a 9,2%, p=0,031), pero la eficacia resultó similar en el grupo que recibió la dosis de 80/40 mg respecto al placebo (10 frente a 9,2% p=ns).

 

Eficacia del adalimumab en la colitis ulcerosa: resultados de los ensayos clínicos.

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TABLA I

En el estudio ULTRA 2, a diferencia del ULTRA 1, el 40% de los pacientes había estado expuesto previamente a infliximab. En este caso se excluyó la rama de tratamiento con la dosis baja de adalimumab, por lo que los pacientes fueron aleatorizados a recibir tratamiento con adalimumab 160/80 mg en las semanas 0 y 2 y, posteriormente, 40 mg cada 2 semanas o placebo durante 52 semanas. El porcentaje de pacientes que alcanzó la remisión en la semana 8 (objetivo primario) fue estadísticamente superior en el grupo tratado con adalimumab que en el que recibió placebo (16,5 frente a 9,3%, p=0,019); estas diferencias también se mantuvieron en la semana 52 (objetivo primario) entre el grupo tratado con adalimumab y el tratado con placebo (17,3 frente a 8,5%, p=0,004).

Las tasas de remisión alcanzadas con adalimumab fueron significativamente más altas en los pacientes naïve a los anti-TNFa que en los que habían recibido previamente tratamiento con estos fármacos. En este sentido, en los pacientes naïve a los anti-TNFa el porcentaje que logró la remisión en la semana 8 entre los tratados con adalimumab y los que recibieron placebo fue del 21,3 frente al 11%, respectivamente, y en la semana 52 del 22 frente al 12,4%, respectivamente. En el grupo en el que había fracasado previamente al tratamiento anti-TNFa, el porcentaje que alcanzó la remisión en la semana 8 fue similar en el grupo tratado con adalimumab y con placebo (9,2 frente al 6,9%, p=0,5); únicamente se observaron diferencias en el tratamiento de mantenimiento con este fármaco (10,2 frente al 3%, p=0,03). Adalimumab resultó más eficaz que el placebo en alcanzar los objetivos secundarios (respuesta y cicatrización mucosa) en el grupo de pacientes que no habían estado expuestos previamente a anti-TNFa; sin embargo, no hubo diferencias entre el grupo tratado con adalimumab y con placebo en la obtención de respuesta y en la inducción de la cicatrización de la mucosa en los que había fracasado previamente el tratamiento con anti-TNFa.

Finalmente, los pacientes que completaron los estudios ULTRA 1 y ULTRA 2 fueron incluidos en un estudio abierto de extensión (ULTRA 3)10. Los pacientes que recibían adalimumab semanal mantuvieron la misma dosis. Los pacientes que recibían tratamiento ciego y los que recibían adalimumab cada dos semanas iniciaron en este estudio tratamiento con adalimumab cada 2 semanas. En la semana 60 de este estudio de extensión, aproximadamente el 60% de los pacientes estaban en remisión clínica10.

Recientemente se han publicado los resultados de un ensayo clínico realizado en pacientes japoneses con el objetivo de comparar su eficacia y seguridad con los comunicados en los estudios occidentales11. Se incluyeron 273 pacientes con CU refractarios a corticoides, inmunosupresores o a ambos y se aleatorizaron a recibir 3 ramas de tratamiento: adalimumab 160 mg/80 mg en las semanas 0 y 2, y 40 mg cada dos semanas hasta la semana 52; o adalimumab 80 mg/40 mg en las semanas 0 y 2, y 40 mg cada dos semanas hasta la semana 52; o placebo. En la semana 8 el porcentaje de pacientes en remisión fue similar en los 3 grupos de tratamiento; el porcentaje de respuesta y cicatrización mucosa fue significativamente más alto en el grupo tratado con adalimumab 160 mg/80 mg que en el que recibió placebo. Con respecto al mantenimiento, el porcentaje de remisión, respuesta y cicatrización mucosa en la semana 52 fue significativamente más alto en los pacientes que recibieron adalimumab 40 mg cada 2 semanas que en los que fueron tratados con placebo11.

 

Efectividad del adalimumab en la colitis ulcerosa: resultados de los estudios observacionales.

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TABLA II

Los autores de estos estudios concluyeron que el adalimumab a dosis de 160/80 mg en la inducción seguidos de 40 mg cada 2 semanas en el mantenimiento es eficaz en el tratamiento de la CU. No obstante, la modesta diferencia con placebo en las variables de eficacia analizadas plantearon una serie de cuestiones. Por un lado, cabría preguntarse si dosis más altas de adalimumab hubieran sido más eficaces en la CU. A diferencia de lo que ocurrió en los estudios ACT 1 y 2 con infliximab, en los que la dosis más alta evaluada (10 mg/kg) no fue superior a la dosis más baja (5 mg/kg), en el caso del adalimumab la dosis más alta (160 mg/80 mg) sí fue más eficaz que la dosis más baja (80 mg/40 mg); por tanto, se desconoce si una dosis más alta de adalimumab en la inducción habría permitido obtener mejores resultados 7. Además, no se ha evaluado si una dosis más elevada en el mantenimiento, por ejemplo 40 mg/semana, se asocia con una mayor respuesta. Previamente, el estudio de dosis en la enfermedad de Crohn no había mostrado diferencias entre las de mantenimiento de 40 mg/2 semanas y 40 mg/semana, por lo que esta pauta no se ensayó en la CU12.

Por otro lado, la eficacia de adalimumab en la inducción se evaluó de forma muy precoz, en la semana 8. En los pacientes que fueron aleatorizados a recibir adalimumab, la tasa de remisión en la semana 8 fue superior a la descrita en la semana 6, indicando que algunos pacientes que aún no habían obtenido la remisión en esta visita la alcanzaron posteriormente. Sin embargo, el porcentaje de remisión en el grupo placebo fue similar en las semanas 6 y 8. Estos hallazgos hacen pensar que probablemente habría que esperar más tiempo para valorar la eficacia del adalimumab en la inducción de la remisión y que probablemente, de haberse evaluado la respuesta más tardíamente, se hubieran encontrado mayores diferencias con el placebo. En la actualidad se está llevando a cabo un estudio que evalúa el beneficio de dosis más altas de adalimumab para la inducción de la remisión y el mantenimiento de la misma en la CU y que tratará de dar respuesta a estas cuestiones.

 

EFECTIVIDAD DEL ADALIMUMAB ENLA CU: RESULTADOS DE LA PRÁCTICA CLÍNICA

Si bien la evaluación de los fármacos en los ensayos clínicos es fundamental para conocer su eficacia, existen limitaciones que hacen que los resultados no sean completamente extrapolables a lo que ocurre en la práctica clínica. En primer lugar, los criterios de inclusión de los ensayos clínicos llevan a seleccionar a pacientes en general más jóvenes, sin patologías asociadas a la enfermedad en estudio y, en ocasiones, menos refractarios a los tratamientos. Además, generalmente no se permiten algunos tratamientos concomitantes que pueden ser considerablemente eficaces, como la mesalacina tópica en la CU, u otros fármacos que pudieran tener un efecto sinérgico con el tratamiento evaluado. Finalmente, el tiempo de seguimiento en los ensayos clínicos es limitado y, en la mayoría de los casos, no aportan información sobre la seguridad y la eficacia más allá del año de tratamiento. Por todas estas razones, los datos de los estudios observacionales son fundamentales para conocer la efectividad y seguridad de los fármacos en la vida real. En la Tabla II se resumen los estudios publicados que evalúan la eficacia del adalimumab en la CU en la práctica clínica13-21.

Peyrin-Biroulet et al. presentaron por primera vez en 2007 los datos de 10 pacientes con CU que habían presentado respuesta parcial, pérdida de respuesta o intolerancia al infliximab y que, posteriormente, recibieron adalimumab para la inducción de la remisión. Dos años más tarde, en 2009, Afif et al. publicaron una serie en la que, por primera vez, se incluyeron pacientes con CU tratados con adalimumab que no habían sido expuestos previamente al infliximab. Aproximadamente el 50% de los pacientes presentó respuesta en la semana 24. Es de destacar que los autores no observaron diferencias en las tasas de remisión, respuesta y cicatrización mucosa en función de que los pacientes hubieran estado o no expuestos previamente al tratamiento anti-TNFa. Todos los pacientes toleraron el tratamiento, incluyendo aquellos que habían suspendido el infliximab por reacciones infusionales.

En 2010, Gies et al. evaluaron la eficacia de adalimumab e infliximab en una cohorte de 53 pacientes con CU16. Todos los pacientes incluidos habían fracasado o habían sido intolerantes a los tratamientos convencionales con mesalacina, esteroides e inmunosupresores, pero ninguno había recibido previamente tratamiento anti-TNFa. En esta serie, 28 pacientes recibieron infliximab (5 mg/kg en las semanas 0, 2 y 6 y, posteriormente, cada 8 semanas) y 25 pacientes fueron tratados con adalimumab (160/80 mg en las semanas 0 y 2 y, posteriormente, 40 mg cada 2 semanas). En la semana 14, la tasa de respuesta fue similar entre los tratados con infliximab y adalimumab; del mismo modo, la duración de la respuesta a largo plazo (mediana 54 semanas) fue similar en ambos grupos16.

En 2012 se publicó un estudio multicéntrico español que incluyó a 30 pacientes con CU que habían fracasado al tratamiento previo con anti-TNFa 17. El 10% de los pacientes alcanzó la remisión en la semana 4 y el 27% en la semana 12; el 50% de los pacientes interrumpió el tratamiento por no responder inicialmente o por pérdida de eficacia en una mediana de seguimiento de 48 semanas. Los autores observaron que la falta de respuesta en la semana 12 se asoció con una mayor probabilidad de interrumpir el tratamiento, sugiriendo que no sería beneficioso mantenerlo en aquellos pacientes que no han respondido después de 3 meses. En este estudio, 4 de los pacientes recibieron adalimumab por CU grave corticorrefractaria; ninguno de ellos respondió al tratamiento17.

Más recientemente, García-Bosch et al. analizaron la experiencia del tratamiento con adalimumab en pacientes con CU en un estudio multicéntrico español con datos procedentes del registro ENEIDA20. En este estudio, el tiempo de seguimiento fue más largo que en los previos, con una mediana de tratamiento de 107 semanas. Se incluyeron 48 pacientes, de los cuales el 81% había recibido tratamiento previo con infliximab. El porcentaje de pacientes en remisión fue del 50%, 34% y 30% a las 12, 28 y 54 semanas de tratamiento. Los autores observaron que el haber respondido previamente al tratamiento con infliximab era la única variable predictora de respuesta al adalimumab en la semana 12. Al final del seguimiento (206 semanas), el 44% de los pacientes continuaban en tratamiento con adalimumab. El 37% de los pacientes intensificó el tratamiento a 40 mg/semana, y de ellos el 85% respondió (el 44% alcanzando de nuevo la remisión). El 23% de los pacientes requirió someterse a colectomía tras una media de 205 días. El haber respondido al adalimumab en la semana 12 fue el único factor que se asoció con un menor riesgo de colectomía20.

Finalmente, en 2013 Armuzzi et al. publicaron el estudio con el mayor número de pacientes hasta la fecha que ha evaluado la eficacia del adalimumab en la CU en la práctica clínica21. Se incluyeron 88 pacientes, de los cuales el 78% habían recibido previamente infliximab. El porcentaje de pacientes que alcanzó la remisión aumentó progresivamente a lo largo del seguimiento, siendo del 17%, 28%, 36% y 43% en las semanas 4, 12, 24 y 54, respectivamente. El porcentaje de pacientes que presentó remisión sostenida (remisión tanto en la semana 12 como en la 24 y en la 54) fue del 17%. Finalmente, el 25% de los pacientes fueron sometidos a colectomía por fracaso del tratamiento médico. El porcentaje de colectomía fue más elevado en los pacientes que habían recibido tratamiento previo con infliximab (29 vs. 10%), si bien las diferencias no alcanzaron la significación estadística. En el análisis multivariante, haber alcanzado la remisión clínica y tener niveles bajos de PCR en la semana 12 se asociaron con una mayor probabilidad de remisión a largo plazo, mientras que haber recibido tratamiento previo con inmunosupresores se asoció con una menor probabilidad de remisión en la semana 54 21.

En general, los resultados del tratamiento con adalimumab en la CU en los estudios observacionales muestran un mayor beneficio que en los ensayos clínicos. Se han sugerido diversas causas que podrían explicar estas diferencias. En primer lugar, en los estudios de práctica clínica la evaluación de la actividad generalmente se basa únicamente en la impresión del médico, mientras que en los ensayos clínicos suele emplearse un índice de actividad validado, más estricto. En segundo lugar, el momento de valoración de la respuesta a la inducción es más precoz en los ensayos clínicos (semana 8) y más tardío en los estudios observacionales (semana 12). Por otra parte, el diseño de los estudios de práctica clínica no permite la modificación de las dosis de los tratamientos concomitantes y, en muchos casos, tampoco la administración de mesalacina rectal, muy eficaz en la CU. Sin embargo, en la práctica clínica se optimizan los esquemas terapéuticos para que el paciente reciba todos aquellos fármacos que pudieran tener un efecto sinérgico. Por otro lado, en los estudios de práctica clínica se permite el incremento de la dosis de adalimumab para mantener la respuesta, mientras en los ensayos clínicos la necesidad de incremento de la dosis se considera fracaso. Finalmente, para el análisis estadístico en los estudios ULTRA se consideran como fracasos del tratamiento aquellas visitas de las que no había información, lo que penaliza los resultados del tratamiento en estudio. En la práctica clínica, en general, los valores perdidos no contabilizan para el análisis estadístico.

 

¿ES EFICAZ EL TRATAMIENTO CONADALIMUMAB A LARGO PLAZO EN LA CU? ¿CUÁNTO DURA LA RESPUESTA EN EL CASODE QUE LA HAYA?

La experiencia sobre la eficacia del adalimumab en la CU a largo plazo, más allá de un año, es aún limitada. A los pacientes que completaron los estudios ULTRA 1 y ULTRA 2 se les ofreció entrar en el estudio de extensión ULTRA 3, y estos pacientes fueron seguidos durante 4 años10. De los pacientes que estaban en remisión en el momento de la inclusión en el estudio ULTRA 3, el 63,6% mantenía la remisión 3 años más tarde; de aquellos que presentaban cicatrización mucosa a la inclusión, el 60% la mantenía a los 3 años. Por otro lado, el 20,4% de los pacientes requirieron aumento de la dosis de adalimumab para mantener la respuesta a lo largo del seguimiento. La presencia de concentraciones bajas de albúmina y niveles altos de PCR se asociaron con un mayor riesgo de pérdida de respuesta a largo plazo. La tasa de hospitalizaciones y colectomías fueron muy bajas a lo largo del seguimiento (0,09 y 0,01 pacientes-año, respectivamente), incluso más bajas que en los estudios ULTRA 1 y 2 10. No obstante, este dato no es de extrañar, ya que en este caso no había grupo placebo y además se trataba de pacientes que previamente habían demostrado beneficio con el tratamiento con adalimumab.

La pérdida de respuesta al adalimumab en la CU también ha sido evaluada por algunos investigadores en la práctica clínica. Ma et al. incluyeron 102 pacientes con CU que habían presentado respuesta al tratamiento con anti-TNFa, de los cuales 36 habían recibido adalimumab22. El objetivo principal del estudio fue comparar la tasa de pérdida de respuesta a los anti-TNFa, infliximab y adalimumab, en pacientes con CU que habían respondido inicialmente a estos fármacos. La elección del tipo de anti-TNFa infliximab o adalimumab fue a discreción del médico y del paciente. La duración media de seguimiento fue de 139 semanas para adalimumab y de 159 semanas para infliximab. La distribución de las principales variables fue similar en ambos grupos, a excepción de la puntuación media del índice de Mayo, que fue significativamente más elevada en los que recibieron infliximab. El porcentaje de pérdida de respuesta a lo largo del seguimiento fue similar en los pacientes tratados con infliximab y en los que recibieron adalimumab (59,1 frente a 58,5%, p=0,6). Los autores no identificaron factores de riesgo relacionados con la pérdida de respuesta22.

 

¿HAY ALGÚN FÁRMACO ANTI-TNFAQUE SEA MEJOR QUE OTRO PARAEL TRATAMIENTO DE LA CU?

En la actualidad existen 3 fármacos anti-TNFa aprobados para el tratamiento de la CU moderada-grave: infliximab por vía intravenosa, y adalimumab y golimumab por vía subcutánea. En el caso de la CU grave corticorrefractaria, únicamente ha sido evaluada la eficacia del infliximab. Sin embargo, para el resto situaciones clínicas podríamos plantearnos cuál sería el anti-TNFa de elección y si hay uno que sea más eficaz que los demás. Stidham et al. realizaron un metaanálisis en red con el objetivo de comparar la eficacia de infiximab, adalimumab y golimumab en la CU23. Para la realización de este tipo de metaanálisis se emplean los resultados de comparaciones directas entre un anti-
TNFa y un comparador común (en este caso placebo) para simular las comparaciones entre los distintos fármacos, permitiendo hacer una estimación de la eficacia. Pues bien, los autores confirmaron que los 3 fármacos son más eficaces que el placebo en la inducción y el mantenimiento de la remisión en la CU. Por otro lado, no observaron clara evidencia de superioridad de ninguno de los fármacos sobre los demás, aunque se observó una tendencia (no significativa estadísticamente) hacia mayores tasas de remisión y respuesta con infliximab que con adalimumab y golimumab23.

Por tanto, aunque es preciso tener en cuenta las limitaciones de este tipo de comparaciones indirectas, no parece haber diferencia de eficacia entre los 3 anti-TNFa en la CU y, por tanto, la elección del tratamiento debe basarse en otros factores como el coste, la vía de administración o las preferencias del paciente.

 

¿CONSIGUE EL ADALIMUMAB REDUCIREL NÚMERO DE HOSPITALIZACIONESEN PACIENTES CON CU?

Se ha estimado que aproximadamente un tercio de los pacientes con CU moderada-grave requiere al menos un ingreso hospitalario al año para el tratamiento de su enfermedad24. Los gastos derivados de los ingresos hospitalarios constituyen una proporción relevante de los costes totales del tratamiento de estos pacientes. Los costes directos asociados al tratamiento médico de la CU superan los 4 billones de dólares al año en Estados Unidos y los 5 billones de euros en Europa25. La administración de tratamientos que controlen la enfermedad y disminuyan la necesidad de ingresos hospitalarios contribuiría a disminuir los costes directos e indirectos asociados a la CU.

Recientemente, Feagan et al. evaluaron la influencia del tratamiento con adalimumab en la reducción de las hospitalizaciones en pacientes con CU24; para ello analizaron los datos de los estudios ULTRA 1 y ULTRA 2. Los autores observaron que la causa más frecuente de hospitalización fue el agravamiento del brote de CU y la causa más frecuente de hospitalización no relacionada con la CU fueron las infecciones. Durante la fase de inducción, el adalimumab redujo un 40% las hospitalizaciones por cualquier causa, y un 50% las hospitalizaciones relacionadas con la CU, en comparación con el grupo placebo. Al año de tratamiento, la tasa de incidencia de hospitalizaciones, tanto relacionadas como no relacionadas con la CU, fue significativamente más baja en los pacientes tratados con adalimumab que en los que recibieron placebo24.

 

¿ES EFICAZ EL ADALIMUMAB ENLA PREVENCIÓN DE LA COLECTOMÍAEN LOS PACIENTES CON CU?

El porcentaje de colectomía en los pacientes con CU ha descendido significativamente en los últimos años. Kaplan et al., en un reciente estudio, analizaron el periodo comprendido entre 1997 y 2009 y observaron una disminución de la tasa de colectomía de 5,4 a 2,3 por 100.000 pacientes-año, con un descenso anual de aproximadamente el 4% 26. Este descenso se debió sobre todo a un menor porcentaje de colectomías electivas, mientras que la tasa de incidencia de colectomía urgente se mantuvo estable en el período estudiado. Estos hallazgos son similares a los descritos por Moore et al.27 Así, los autores sugirieron que las colectomías urgentes podrían deberse a formas especialmente graves de CU que no podrían evitarse con el tratamiento médico con inmunosupresores ni biológicos. Posteriormente, Reich et al. evaluaron la tasa de colectomía comparando la evolución desde el inicio del uso de los fármacos anti-
TNFa con los resultados previos a su comercialización28. Los autores observaron un descenso significativo del porcentaje de colectomías a partir del año 2005, coincidiendo con un incremento en el uso de tratamientos anti-TNFa. No obstante, se trata de estudios epidemiológicos, en los que únicamente puede establecerse una relación temporal entre los distintos factores, sin que ello indique causalidad. De hecho, los autores reconocen que el tratamiento anti-TNFa podría no ser la única explicación para el descenso observado en la tasa de colectomías.

Los pacientes incluidos en los estudios ULTRA 1 y 2 tuvieron un riesgo bajo de colectomía8-9. Por un lado, aproximadamente el 20% de los pacientes incluidos en el ULTRA 1 no recibían ni corticoides ni inmunomoduladores. Además, en el estudio ULTRA 2 se excluyeron aquellos pacientes que no habían presentado al menos respuesta al infliximab previamente. En ambos estudios se excluyeron los casos con CU grave ingresados, por lo que los pacientes incluidos representan la subpoblación “menos grave” del global de pacientes con CU moderada a grave y refractarios a los tratamientos. Finalmente, los pacientes que no hubieran respondido en los estudios ULTRA 1 y ULTRA 2 podían ser incluidos en un estudio abierto de tratamiento con adalimumab; por tanto, es de suponer que los médicos responsables de los pacientes retrasarían la decisión de someter al paciente a colectomía hasta confirmar la falta de respuesta al adalimumab en el estudio abierto. Por todas estas razones, el porcentaje de colectomías en los estudios ULTRA fue muy bajo, menor del 5%, y el análisis sobre el impacto del adalimumab en la tasa de colectomía no pudo realizarse por insuficiente potencia estadística para demostrar diferencias entre los grupos de tratamiento (adalimumab y placebo)8-9.

Sin embargo, al contrario de lo que ocurría con las tasas de respuesta, las tasas de colectomía son más altas en los estudios observacionales que en los ensayos clínicos, tal y como se muestra en la Tabla II. Esto podría deberse a que muchos de los pacientes incluidos en los estudios de práctica clínica ya habían fracasado previamente al tratamiento con infliximab y presentaban una mayor refractariedad a los tratamientos convencionales.

 


¿ES SEGURO EL TRATAMIENTO CON ADALIMUMAB, PARTICULARMENTE EN LA CU?

En los ensayos clínicos, el perfil de seguridad del adalimumab fue similar al del placebo y la tasa de acontecimientos adversos comparable a la descrita en otros estudios que evalúan adalimumab para otras indicaciones8-9. Por ejemplo, en el estudio ULTRA 2, la incidencia de efectos adversos fue incluso mayor en los pacientes que recibieron placebo que en los tratados con adalimumab (846 eventos vs. 743 eventos/100 pacientes-año, respectivamente); no obstante, los pacientes que recibieron adalimumab refirieron con más frecuencia dolor en el lugar de punción y reacciones adversas hematológicas. Sin embargo, las tasas de acontecimientos adversos graves, infecciones y necesidad de interrupción del tratamiento fueron significativamente más altas en el grupo placebo que en el que recibió adalimumab.

En el estudio ULTRA 3, con un seguimiento de hasta 4 años, se analizaron los datos de más de 1.000 pacientes con CU que habían recibido al menos una dosis de adalimumab10. A pesar de contar con una exposición más prolongada al fármaco, la tasa de acontecimientos adversos fue globalmente más baja que la observada en los estudios de inducción, y la incidencia de infecciones y neoplasias fue similar. Únicamente reseñar por su interés que en este estudio hubo 3 casos de linfoma de células B, todos ellos en pacientes que estaban o habían estado en tratamiento con tiopurinas10. Por último, en los estudios observacionales, el porcentaje de acontecimientos adversos con el tratamiento con adalimumab fue el esperable y similar a lo observado con infliximab13-21.

 

¿ES ÚTIL EL TRATAMIENTO CON ADALIMUMAB EN LA RESERVORITIS REFRACTARIA?

Hasta el 60% de los pacientes con CU sometidos a colectomía total con reservorio ileoanal sufren reservoritis, y hasta el 25% de ellos presentan refractariedad al tratamiento médico convencional29. Barreiro-de Acosta et al presentaron una serie de 8 pacientes con proctitis refractaria al tratamiento convencional30; al año de tratamiento, se había evitado la ileostomía definitiva en la mitad de los pacientes, y de ellos 2 se encontraban en remisión. A pesar del número limitado de pacientes, los resultados de este estudio sugieren la posible utilidad del adalimumab en la reservoritis refractaria30.

 

¿PODRÍA SER ÚTIL LA MEDICIÓN DENIVELES DE ADALIMUMAB Y ANTICUERPOSCONTRA EL FÁRMACO PARA OPTIMIZAREL TRATAMIENTO EN LA CU?

La medición de los niveles de anti-TNF y de anticuerpos contra el fármaco se ha propuesto como una herramienta útil para optimizar el tratamiento en los pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal31. Seow et al. describieron por primera vez la importancia de los niveles de infliximab en la evolución en los pacientes con CU corticorrefractaria32. En este estudio, el porcentaje de colectomía en los pacientes con niveles indetectables de infliximab fue significativamente más alto que en los pacientes con niveles detectables (55% vs. 7%). En este mismo sentido, recientemente se han publicado los resultados de un subanálisis de los estudios ACT 1 y 2 en el que los autores observaron una concentración media de infliximab significativamente más alta en las semanas 8, 30 y 54 en los pacientes con remisión, respuesta clínica o cicatrización mucosa que en aquellos que no alcanzaron estos objetivos33. No obstante, se observó una gran heterogeneidad en las concentraciones de los distintos pacientes. Los autores concluyeron que la presencia de niveles de infliximab por encima de 40 μg/mL en la semana 8 y por encima de 3,7 μg/mL a lo largo del seguimiento eran factores predictores de buena evolución33.

Estos resultados han planteado la cuestión de si, en el caso de la CU, sería más eficaz la administración de una mayor dosis de inducción para conseguir la remisión en los pacientes con CU. Gibson et al. compararon la evolución de pacientes con CU corticorrefractaria tratados en un mismo centro desde 2005 hasta 201334. Hasta 2011, los pacientes recibieron tratamiento con infliximab 5 mg/kg en las semanas 0, 2 y 6 y, posteriormente, 5 mg/kg cada 8 semanas. A partir de esa fecha, todos los pacientes recibieron una pauta de inducción acelerada consistente en la administración de 3 dosis de infliximab 5 mg/kg en los primeros 24 días y, posteriormente, 5 mg/kg cada 8 semanas. Los autores observaron que el porcentaje de colectomías fue significativamente más bajo en los pacientes que recibieron la pauta acelerada que en aquellos tratados con la dosis estándar (6,7% vs. 40%, p=0,03).

La experiencia publicada con adalimumab es más escasa que con infliximab. En el estudio ULTRA 2, la concentración sérica media de adalimumab fue significativamente más alta en los pacientes en remisión en las semanas 8 y 52 que en aquéllos con actividad9. El 2,9% de los pacientes (7 de 245) desarrollaron anticuerpos contra adalimumab; todos ellos recibían este tratamiento en monoterapia. Estos hallazgos sugieren que también el tratamiento con adalimumab en la CU podría optimizarse mediante la administración concomitante de inmunosupresores e individualizarse en función de las concentraciones séricas del fármaco. No obstante, este no fue el objetivo principal del estudio y por ello los resultados deben interpretarse con cautela.

Por otro lado, Suzuki et al. evaluaron los niveles del fármaco en función de la remisión11. No se observaron diferencias en cuanto a la concentración de adalimumab en función de que los pacientes hubieran o no alcanzado la remisión en la semana 8. En la semana 52, los pacientes que se encontraban en remisión presentaban concentraciones más altas de adalimumab que aquéllos que no habían alcanzado la remisión. No obstante, debido a la gran heterogeneidad en las concentraciones de los distintos pacientes, se observó un amplio solapamiento entre los pacientes que alcanzaron la remisión y los que no11.

Recientemente, Roblin et al. evaluaron la correlación entre los niveles séricos de adalimumab y la presencia de cicatrización mucosa35. Incluyeron a 40 pacientes (18 con CU) y observaron que los niveles valle de adalimumab eran significativamente más altos en los pacientes con cicatrización mucosa. Así, la presencia de concentraciones de adalimumab superiores a 4,9 μg/mL fue predictor de remisión clínica y de cicatrización mucosa.

 

¿ES COSTE-EFICAZ EL TRATAMIENTOCON ADALIMUMAB EN LA CU?

Los biológicos son actualmente los principales responsables de los costes directos del tratamiento de los pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal y, por tanto, el balance coste-efectividad de cada fármaco debe ser tenido en consideración. A pesar de que su coste es elevado, los anti-TNFa están indicados en pacientes refractarios a los tratamientos convencionales, pudiendo evitar eventuales hospitalizaciones por reactivación de la enfermedad. Es preciso tener en cuenta que los resultados de los estudios de coste-efectividad varían dependiendo de cada país y de cada sistema de salud. Además de la eficacia del tratamiento, existen otros muchos factores que influyen en este balance: los costes del tratamiento en cada país, los costes de las terapias alternativas, el punto de corte preestablecido para definir qué se considera “coste-eficaz”, etc.

Tsai et al. realizaron un análisis de coste-efectividad de los tratamientos anti-TNF en la CU basado en la estimación de costes del National Health Service of England and Wales en el año 2007 36. Considerando la respuesta como objetivo primario, el tratamiento con infliximab supone 0,753 años de vida ajustados por calidad (AVAC), con un incremento de coste por AVAC de 27.427 libras del infliximab en comparación con el tratamiento estándar. Considerando únicamente remisión, el tratamiento con infliximab supuso un incremento de 0,87 AVAC, con un aumento del coste de 19.696 libras en comparación con el tratamiento estándar. Los autores concluyeron que el tratamiento con infliximab es una opción coste-efectiva en los pacientes con CU moderada-grave36.

Sin embargo, en un reciente estudio realizado por Park et al., los autores se basaron en un modelo teórico de Markov con dos cohortes de pacientes de 21 años con CU grave en seguimiento hasta los 100 años o hasta el fallecimiento37. Se comparó la relación coste-efectividad de la proctocolectomía total con reservorio ileoanal con el tratamiento médico (incluyendo el infliximab). En este estudio, los autores estimaron que el coste del tratamiento médico de la CU grave a lo largo de la vida es del 236.370 dólares por paciente, mientras que el coste del tratamiento quirúrgico precoz es de 147.763 dólares por paciente. El incremento de AVAC con el tratamiento médico fue de 20,78 y el de la cirugía precoz de 20,72, con una proporción incremental de coste-efectividad de 1,5 millones por AVAC ganados. Por lo tanto, los autores concluyeron que la proctocolectomía total con reservorio ileoanal tras el diagnóstico de una CU grave reduce los costes asociados a la CU, proporcionando, al mismo tiempo, una calidad de vida comparable al tratamiento médico estándar. Sólo en los casos en los que el paciente mantenga una calidad de vida extremadamente mala tras la cirugía, el tratamiento médico habría sido el óptimo en el caso de la CU grave37.

Finalmente, la mayoría de los estudios de coste-efectividad están publicados únicamente en forma de resumen y, por cuestiones de espacio, no presentan información detallada sobre la metodología, las definiciones de efectividad o los objetivos clínicos o las estrategias en el caso de pérdida de eficacia. Únicamente la publicación completa de los estudios en revistas de alto impacto permitirá la comparación de los resultados y el análisis de cada escenario. Debido a la reciente aprobación de adalimumab y golimumab para la CU, no disponemos de estudios publicados que hayan evaluado específicamente su coste-efectividad en el tratamiento de la CU.

 

CONCLUSIONES

El adalimumab ha demostrado ser eficaz en la inducción y el mantenimiento de la remisión en los pacientes con CU moderada-grave, siendo la magnitud de su efecto probablemente mayor en la práctica clínica que en los ensayos clínicos. Debido a que ninguno de los anti-TNFa parece ser más eficaz que los demás en el tratamiento de la CU, la elección de uno u otro debe basarse en otros factores como la vía de administración o la preferencia del paciente. Sin embargo, el adalimumab, al igual que el golimumab, no ha sido evaluado en el caso de la CU grave corticorrefractaria, por lo que se desconoce su papel en esta situación clínica. Por otro lado, el tratamiento con adalimumab es seguro. pudiendo ser tolerado incluso en pacientes que han presentado acontecimientos adversos con el infliximab. La medición de los niveles de adalimumab podría ayudar a optimizar el tratamiento. No obstante, los datos sobre su utilidad en la CU son aún muy limitados. La relación coste-eficacia del tratamiento de la CU con anti-TNFa, incluido el adalimumab, es controvertida.

 

 

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Titulo reunion

Avance del Programa Científico. XXXVIII Reunión Anual de la ACAD

Titulo reunion

Programa Científico

VIERNES, 16 de octubre

09:00 Apertura de Secretaría. Entrega de documentación. Colocación de Pósters.

09:00 MESA 1. TRABAJOS COLABORATIVOS EN EL SENO DE LA ACAD

Moderadores: Dr. Luis Fernández Salazar Hospital Clínico Universitario. Valladolid.
Dr. Jorge Mendoza Ridruejo Hospital Universitario “La Princesa”. Madrid.

09:00-09:20 Enfermedad Inflamatoria Intestinal. Estado de trabajos realizados (EICIA) y nuevas propuestas

Dr. Luis Fernández Salazar Hospital Clínico Universitario. Valladolid.

09:20-09:40 Estudios en el grupo de enfermedades hepáticas de Castilla y León

Dr. Francisco Jorquera Plaza Hospital Universitario de León.

09:40-10:00 Estudio SENECA (Spanish study of Endoscopy and Eosinophils Correlation Assessment).

Dr. Joaquín Rodríguez Sánchez Hospital General Universitario de Ciudad Real.

10:00-10:20 Cromoendoscopia para el diagnóstico precoz de colitis ulcerosa: Experiencia en Castilla y León. (GEICYL)

Dra. Beatriz Sicilia Aladrén Hospital Universitario de Burgos. Burgos.

10:20-10:40 Situación de la revista de la ACAD.

Dr. Jorge Mendoza Jiménez-Ridruejo Hospital Universitario La Princesa. Madrid.

10:40-10:50 Propuestas de estudios colaborativos

Varios

11:00 INAUGURACIÓN OFICIAL Dr. Pedro Menchén Fernández-Pacheco

11:45 CONFERENCIA INAUGURAL

Moderador: Dra. Ana Beatriz Prieto Bermejo Hospital Universitario de Salamanca. Salamanca.

Importancia de la calidad en la colonoscopia

Dr. Miguel Muñoz Navas Clínica Universitaria de Navarra. Pamplona.

12:15 MESA 2. ENDOSCOPIAS DIGESTIVAS

Moderadores: Dr. Alejandro Repiso Ortega Hospital Virgen de la Salud. Toledo.

Dr. Santiago Rodríguez Gómez Hospital Universitario Virgen de la Concha. Zamora.

12:15-12:35 Cromoendoscopia

12:35-12:55 Pólipos de colon. Criterios de no resecabilidad.

Dr. Alberto Álvarez Delgado Hospital Universitario de Salamanca. Salamanca.

12:55-13:15 Estenosis de tracto digestivo alto.

Dr. Manuel Pérez Miranda Hospital Universitario Río Hortega de Valladolid. Valladolid.

13:15-13:35 Seguridad y desinfecciones en endoscopias digestivas

Dr. Enrique Vázquez Sequeiros Hospital Universitario Ramón y Cajal. Madrid.

13:35-13:45 Discusión.

13:45 ALMUERZO DE TRABAJO Claustro de Colegio Mayor Arzobispo Fonseca

15:30 MESA 3. COMUNICACIONES ORALES

Moderadores: Dr. Cecilio Santander Vaquero Hospital Universitario La Princesa. Madrid.

Dr. Federico Sáez-Royuela Gonzalo Hospital Universitario de Burgos. Burgos.

8 comunicaciones seleccionadas con una duración de 10 minutos cada una.

17:00 CONFERENCIA

Moderador: Dr. Julio Pérez de la Serna Hospital Clínico Universitario de Madrid. Madrid.

Síndrome del Intestino Irritable

Dr. Fernando Geijo Martínez Hospital Universitario de Salamanca. Salamanca.

XXXVIII Reunión

2015

Salamanca 16 y 17 de octubre

17:45 CONFERENCIA

Moderador: Dr. José Luis Olcoz Goñi Hospital Universitario de León. León.

Genotipo 3 del VHC. Líneas de tratamiento.

Dr. Javier Crespo García Hospital Universitario Marqués de Valdecilla. Santander.

18:05 MESA 4. ENFERMEDAD INFLAMATORIA INTESTINAL

Moderadores: Dra. Vanessa Prieto Vicente Hospital Universitario de Salamanca. Salamanca.

Dr. Jesús Barrio Andrés Hospital Universitario Río Hortega de Valladolid.

18:05-18:25 EII. Nuevos fármacos en EII.

María Isabel Vera Mendoza Hospital Universitario Puerta de Hierro. Majadahonda. Madrid

18:25-19:05 Enfermedad de Crohn. Diferentes opciones de tratamiento.

Fernando Muñoz Nuñez Compleo Asistencial Universitario de León.

Antonio López San Román Hospital Universiario Ramón y Cajal. Madrid.

19:05-19:25 Atención no presencial en A. Digestivo

Ana Echarri Piudo Complejo Hospitalario Universitario de El Ferrol.

19:25-10:40 Discusión

19:45 ASAMBLEA ACAD

 

SÁBADO, 17 de octubre 2015

09:00 MESA 5. RESIDENTES: 12 RESPUESTAS CORTAS A 12 PREGUNTAS CONCRETAS

Moderadores: Dra. Ana María Mora Soler Hospital Universitario de Salamanca.

Dr. Antonio Pérez Millán Hospital Universitario Río Carrión. Palencia

10:35 CONFERENCIA MAGISTRAL

Moderador: Dr. Antonio Rodríguez Pérez Hospital Universitario de Salamanca. Salamanca.

La gestión de la patología digestiva. Experiencia de Valencia

Dra. Pilar Nos Mateu Hospital Universitario y Politécnico de La Fe. Valencia.

11:30 RESUMEN PÓSTERS

Dra. Concepción Piñero Pérez

Dra. Alejandra Fernández Pordomingo, Hospital Universitario de Salamanca. Salamanca.

11:50 MESA 6. ENFERMEDADES HEPÁTICAS

Moderadores: Dra. Gloria Sánchez Antolín Hospital Universitario Río Hortega de Valladolid.

Dr. Juan Martínez Moreno Hospital Universitario de Salamanca. Salamanca.

11:50-12:10 Beneficios, riesgos y contraindicaciones de los Beta-bloqueantes en los pacientes con

cirrosis.

Dr. Agustín Albillos Martínez Hospital Universitario Ramón y Cajal. Madrid.

12:10-12:30 Hemodinámica Portal en la práctica clínica actual.

Dr. Rafael Bañares Cañizares Hospital Universitario Gregorio Marañón. Madrid

12:30-12:50 Líneas actuales de tratamientos en VHC.

Dr. José Luis Calleja Panero Hospital Univ. Puerta de Hierro de Majadahonda. Madrid.

12:50-13:10 Enfermedad hepática por VHC y co-infección por VIH.

Dr. Manuel Rodrígez García Hospital Universitario Central de Asturias. Oviedo.

13:10-13:30 Discusión

13:50 BECA ACAD, ENTREGA DE PREMIOS Y CLAUSURA

 

XXXVIII Reunión

2015

Salamanca 16 y 17 de octubre

 

 

Carta del presidente: Debemos indexar la revista

Queridos socios después de diez años en la junta directiva desempeño el cargo de presidente de la Asociación Castellana de Aparato Digestivo. A lo largo de estos años he visto cómo un gran número de compañeros han formado parte de esta junta y desempeñado de forma completamente desinteresada y responsable diferentes cargos en la misma o han asumido la organización de la reunión anual. Esto ha supuesto siempre tiempo y esfuerzo y su recompensa únicamente comprobar que las cosas van saliendo, las reuniones se van celebrando y este año se celebrará la 37ª reunión en Salamanca. Otros presidentes mucho mejor preparados y con más experiencia desempeñaron la función de la que ahora me encargo yo, y con su dirección, el trabajo de la junta y el apoyo de los socios lograron la continuidad de la asociación en circunstancias diferentes y últimamente adversas. No voy a hablaros del pasado sin embrago sino del futuro.

La ACAD cuenta con una serie de aspectos de los que debe aprovecharse y sacar partido. Uno es que su fundamento es la especialidad de Aparato digestivo, toda ella. Constituye por tanto un foro en el que pueden tratarse una enormidad de aspectos médicos desde la mucosectomía endoscópica a la pancreatitis autoinmune o la hepatotoxicidad por fármacos y esto es sin duda de gran utilidad para una actualización constante y para la formación de nuestros médicos residentes. En este sentido entendemos que implicar a los residentes en la asociación es fundamental y así tenemos que procurar aunar sus necesidades y preferencias con la experiencia de los más veteranos. Otro aspecto es la cercanía geográfica y tradicionalmente afectuosa que existe entre los socios y hospitales, que permite una colaboración más sencilla entre todos y facilita la participación de los más jóvenes. Y por otro lado, el gran número de provincias y hospitales que conforman la ACAD y la enriquecen y facilita realizar proyectos y estudios colaborativos y multicéntricos.

Durante el último año hemos desarrollado la nueva página web. Ha sido fruto del trabajo intenso y del entusiasmo de los miembros de la junta directiva dirigidos por el presidente saliente, José Luis Olcoz. El objetivo que indudablemente debemos proponernos a continuación es la indexación de la revista. Actualmente los trabajos publicados en la Revista de la ACAD puntúan en baremos de concursos y oposiciones de diferentes organismos pero somos conscientes de que no es suficiente y que hay que hacer justicia al esfuerzo de los autores y de su redactor. Se ha formado un comité editorial y con la web hemos facilitado el envío de los trabajos al redactor. Os animo a que además de visitar la página web utilicéis esta herramienta para que la indexación de la revista esté cada vez más cerca y podamos dar ese salto.

Termino manifestándoos dos cosas: mi disponibilidad absoluta a los socios y mi reconocimiento y agradecimiento a los miembros de la junta que con su apoyo y trabajo impagables hacen que me enfrente a mis obligaciones con optimismo.

 

Dr. Luis Fernández Salazar

Presidente de la ACAD

 

 

01 Tabla 1 fmt

Preocupaciones de los pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal. Correlación con la calidad de vida. Resultados preliminares.

Berroa E (*), Fernández-Salazar L (*), Rodríguez McCullough N (&), Garrote Adrados JA (#)

Servicio de Aparato Digestivo del Hospital Clínico Universitario de Valladolid (*). 
Servicio de Cardiología, Papwoth Hospital, Cambridge, Reino Unido (&).
Servicio de Análisis Clínicos del Hospital Universitario Río Hortega de Valladolid (#)

Trabajo Enviado: 31/12/2014

Aceptado para su publicación: 7/03/2015

Correspondencia:

Luis Fernández Salazar

luisfernsal@gmail.com

RESUMEN

Introducción. El cuestionario RFIPC mide las preocupaciones de los pacientes con EII. La calidad de vida de los pacientes es un aspecto cada vez más tenido en cuenta por los médicos que atienden a estos pacientes.

Objetivos. Nuestro objetivo es describir qué preocupa a los pacientes con EII y relacionar estas preocupaciones con aspectos de la historia clínica de los pacientes y con su calidad de vida.

Métodos. Hemos entrevistado a 61 pacientes con EII (39 con EC y 22 con CU). Durante la entrevista el paciente completó los cuestionarios RFIPC e IBDQ32. Los datos clínicos se obtuvieron de la historia clínica de cada paciente. Los valores clínicos y analíticos de actividad se obtuvieron en la última consulta médica a la que acudió el paciente. Se han empleado media, desviación estándar y porcentajes para describir a los pacientes. Se hizo un análisis factorial de las respuestas a los 25 ítems del RFIPC obteniendo 6 factores. Se ha comparado la puntuación total del RFIPC en función de las diferentes variables clínicas Para la comparación de medias se ha empleado la prueba t de student. Se ha estudiado la correlación entre el RFIPC y sus 6 factores con el IBDQ32 y sus 4 dimensiones. Para las pruebas de correlación se ha utilizado el test de Spearman.

Resultados. La puntuación media del RFIPC del total de pacientes fue 47,1±19,8. Los ítems con mayor puntuación fueron: la posibilidad de tener que llevar una bolsa de ileostomía o colostomía, el riesgo de efectos adversos de las medicinas y el riesgo de tener un cáncer. La puntuación total fue mayor en mujeres que en hombres (52,6±18,5 vs 41,9±19,0, p 0,026). No se encontró mayor puntuación del RFIPC en relación con la edad, tiempo de evolución, tratamiento con corticoides, tratamiento con INM, antiTNF, cirugía previa o ingresos previos. Entre los pacientes con EC se mantiene la mayor preocupación entre mujeres (52,1±21,9 vs 35,8±17,9, p 0,055), y además en pacientes de menos de 40 años (54,4±14,9 vs 39,9±21,2, p 0,047), y con comportamiento inflamatorio (B1 50,9±17,7vs B2 41,2±29,8 vs B3 24,8±6,2, p 0,011). RFIPC e IBDQ32 presentaron correlación entre los pacientes con EC. Las correlaciones fueron más marcadas fueron con el factor “consecuencias de la enfermedad” del RFIPC y con el aspecto emocional del IBDQ32.

Conclusiones. La puntuación total de los pacientes es relativamente alta. Las preocupaciones medidas por cuestionario RFIPC no se relacionan con la historia clínica del paciente o con la actividad de la enfermedad pero en la EC la preocupación es mayor entre mujeres, en pacientes de menos de 40 años, formas inflamatorias, y además está claramente relacionada con la calidad de vida del paciente principalmente con la esfera emocional.

 

INTRODUCCIÓN

La enfermedad inflamatoria intestinal (EII) tiene una prevalencia alta en nuestro medio (1) y provoca síntomas que comprometen la calidad de vida de los pacientes. Su tratamiento puede requerir el ingreso de los pacientes y se basa en fármacos con escasos efectos adversos como la mesalazina y otros que no están libres de riesgos como los corticoides, fármacos inmunosupresores tiopurínicos (azatioprina o mercaptopurina), metotrexate, fármacos biológicos (infliximab, adalimumab o golimumab) o bien requerir tratamiento quirúrgico (2-5).

La calidad de vida relacionada con la salud es un aspecto que cada vez está recibiendo mayor atención por parte de los clínicos. Para medirla se han desarrollado índices o escalas (6). La calidad de vida no depende solo de los síntomas y actividad de la enfermedad o su tratamiento médico o quirúrgico. En la EII los aspectos psicosociales y emocionales influyen tanto o más (7, 8). Disponemos de una escala de calidad de vida específica de EII, el IBDQ32, traducido al español y validado (9).

Un aspecto aún poco explorado que probablemente está muy relacionado con la calidad de vida de los pacientes son sus preocupaciones. Estas pueden no coincidir con las que tiene el médico (10), pueden relacionarse directamente con la enfermedad o con otros factores sociales, familiares o laborales. El cuestionario RFIPC (Rating Form of IBD Patient Concerns) consta de 25 ítems y con él se mide la intensidad de la preocupación que tienen los pacientes con EII (8, 11). El RFIPC ha sido traducido y validado en numerosos países europeos (12-14).

 

OBJETIVO

Estudio descriptivo transversal de las preocupaciones que tienen los pacientes con EII según el cuestionario RFIPC traducido al español. Estudio de la relación que pueda existir entre las preocupaciones y la historia clínica y la calidad de vida de los pacientes medida con el IBDQ32.

 

MATERIAL Y MÉTODOS

Solicitamos la participación en el estudio a 70 pacientes con EII de los que 61 aceptaron (39 con enfermedad de Crohn y 22 con colitis ulcerosa). El estudio consistía en una entrevista a la que también acudía un familiar. En esta entrevista el paciente contestaba por si solo la traducción del cuestionario RFIPC y el IBDQ32. Solo se incluyeron 4 pacientes ingresados.

El cuestionario RFIPC consta de 25 preguntas o ítems. El encabezamiento es común a todos ellos: “Por la enfermedad que padece cómo está usted de preocupado de 0 a 100 por:”. El paciente responde con una marca sobre una escala analógica visual horizontal que puntúa de 0 a 100 de 10 en 10. La traducción del índice RFIPC se llevó a cabo por un conjunto de tres médicos, uno de ellos (NRM) con doble nacionalidad británica y española con residencia y trabajo en el Reino Unido y los otros dos españoles (JAGA y LFS) con residencia y trabajo en España.

Con las respuestas de los pacientes se realizó un análisis factorial con el método de máxima verosimilitud y rotación varimax para agrupar y resumir los 25 ítems obteniendo 6 dimensiones o factores que hemos denominado: “Consecuencias de la enfermedad”, “Autoestima”, “Preocupaciones por el futuro”, “Aspecto social”, “Preocupaciones por la ileostomía”, “Preocupación por la relación de pareja” (Tabla I). En general cada ítem se incorporó al factor en el que mayor peso ejercía, si el peso era inferior a 0,40 el ítem o pregunta no se incorporaba a ningún factor. De esta forma cada paciente cuenta con una puntuación total, una puntuación de cada uno de los 6 factores y una puntuación de cada uno de los 25 ítems.

 

Análisis factorial que permite agrupar los 25 items del RFIPC en 6 factores. Matriz de factores arotados.

01 Tabla 1 fmt

 

El IBDQ32 es un cuestionario ya traducido y validado al español que incluye 32 ítems agrupados en cuatro dominios: Manifestaciones intestinales, manifestaciones sistémicas, aspectos sociales y emocionales.

Los datos clínicos de la historia clínica del paciente (tiempo de evolución, extensión y comportamiento, tratamiento con corticoides, con inmunosupresores, con antiTNF, antecedentes quirúrgicos) se obtuvieron en la última consulta a la que acudió el paciente en la que se le propuso la participación en el estudio donde además se recogió el índice HBI para la EC y el índice de Mayo (sin valoración endoscópica) para la CU y el valor de la PCR en los 3 meses previos a la consulta.

Las variables se han expresado con medias y desviación estándar y porcentajes. Las medias de las puntuaciones se han comparado con la prueba de t de student. La correlación entre las puntuaciones se investigó con el test de Spearman. La consistencia interna del cuestionario se comprobó con un valor alfa de Cronbach de 0,939.

 

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RESULTADOS

La puntuación media del RFIPC del total de pacientes fue 47,1±19,8. La Figura 1 muestra los valores medios de los 25 ítems del RFIPC del total de pacientes, de los pacientes con EC y de los pacientes con CU. En general los pacientes con CU tienen puntuaciones más altas que los pacientes con EC. Los tres ítems que más preocupaban a la totalidad de los pacientes fueron: la posibilidad de tener que llevar una bolsa de ileostomía o colostomía que es la mayor preocupación de los pacientes con CU, el riesgo de efectos adversos de las medicinas que es la mayor preocupación de los pacientes con EC y el riesgo de tener un cáncer que fue la segunda preocupación más intensa en pacientes con CU. Otras preocupaciones relacionadas de forma más indirecta con la EII fueron: la preocupación por no ser visto por su médico, el desconocimiento de la causa de la enfermedad y el poder ser una carga para otros. La importancia de estos tres ítems refleja la relevancia de los aspectos no claramente médicos sino asistenciales o familiares que tiene la EII.

 

Puntuación de RFIPC en 61 pacientes con eii según edad, sexo, tipo de enfermedad y tratamientos.

Tabla 2

Tabla II

 

 

Puntuación de RFIPC en 39 pacientes con enfermedad de Crohn y 22 pacientes con CU.

Tabla 3

Tabla III

 

Las Tablas II y III muestran las diferencias de la puntuación total del RFIPC según las distintas variables clínicas del total de pacientes, de los pacientes con EC y de los pacientes con CU. En el total de pacientes tan solo hay diferencias estadísticamente significativas en relación al sexo siendo mayor la puntuación de las mujeres que la de los hombres (52,6±18,5 vs 41,9±19,0, p 0,026). Entre los pacientes con EC se mantiene la mayor preocupación de las mujeres (52,1±21,9 vs 35,8±17,9, p 0,055), y se comprueba una mayor preocupación en pacientes de menos de 40 años (54,4±14,9 vs 39,9±21,2, p 0,047), y en pacientes con comportamiento inflamatorio de la EC (B1 50,9±17,7vs B2 41,2±29,8 vs B3 24,8±6,2, p 0,011).

La Tabla IV muestra las correlaciones entre la suma total y los 6 factores del RFIPC con el IBDQ32 y sus 4 dominios del total de pacientes. Se aprecia una correlación entre algunos de los factores del RFIPC y dominios de IBDQ32. El factor “Consecuencias de la enfermedad” del RFIPC es el que muestra una correlación más clara con los diferentes dominios del IBDQ32. La Tabla V muestra la correlación entre el RFIPC y los 4 dominios del IBDQ32 de pacientes con EC y con CU. Sólo en los pacientes con EC existe correlación entre RFIPC e IBDQ32 siendo el dominio de síntomas intestinales del IBDQ32 el que presenta una correlación más clara con el RFIPC (r 0,547 p 0,001).

 

DISCUSIÓN

La puntuación media total de nuestros pacientes es superior a la descrita en otros estudios europeos o americanos (8, 12, 13). El valor medio total que encontramos es superior al de Italia e inferior al de Portugal según un estudio que recoge datos de 2002 pacientes entre 1991 y 1993 procedentes de Austria, Francia, Israel, Italia, Portugal, Suecia, Canadá y EEUU (14). En este estudio se describe un gradiente de intensidad de preocupación de norte a sur en Europa, siendo mayor la preocupación de los pacientes en el sur que en el norte (14). Con nuestros resultados se podría plantear si no existe un gradiente que aumente en sentido este-oeste dentro de Europa.

 

Correlación entre los factores del RFIPC y el RFIPC total y los cuatro dominios de IBDQ32 e IBDQ total del total de pacientes (Spearman, R y P)…

Tabla 4

Tabla IV

 

Correlación entre la puntuación de RFIPC y la puntuación de IBDQ32 en los 39 pacientes con enfermedad de Crohn y los 22 pacientes con CU…

Tabla 5

Tabla V

 

 

La puntuación total del RFIPC representa en realidad el promedio de un conjunto numeroso y heterogéneo de preocupaciones. Para disminuir esta heterogeneidad y facilitar las comparaciones se ha tratado de agrupar los ítems con análisis factoriales creando dimensiones o factores que permitan resumir la información, como hemos hecho también nosotros, pero estos análisis difieren en cada estudio con las diferentes respuestas a las preguntas y la agrupación de los ítems no es la misma lo que impide las comparaciones (15). Una opción sería comparar ítem por ítem.

Los ítems que más puntúan en otros trabajos previos al nuestro son la necesidad de cirugía, la necesidad de una bolsa de ileostomía, un fallecimiento prematuro, perder el control esfinteriano, el nivel de energía, o el efecto adversos de las medicinas (8, 12-14, 16). En nuestros pacientes las preocupaciones con mayor puntuación también fueron la necesidad de una bolsa de ileostomía, los efectos adversos de las medicinas y desarrollar un cáncer. La cuarta preocupación más importante es la debida a la falta de energía o cansancio. Este es un aspecto que también está recibiendo cada vez más atención por parte de los especialistas en EII y está relacionado con factores como la actividad de la enfermedad, la anemia o ferropenia, los trastornos del sueño, las preocupaciones del paciente y su calidad de vida (17).

A la hora de interpretar los resultados del estudio tenemos que tener en cuenta que la mayoría de los pacientes incluidos son pacientes en una situación clínica estable, con escasa actividad de su enfermedad y que acuden a la consulta a revisiones programadas. Es evidente, y así se ha demostrado, que las preocupaciones de los pacientes ingresados son diferentes y en general más intensas (8). En este sentido nuestro grupo de pacientes sería equiparable al de un estudio prospectivo noruego (13). Nos llama la atención que los antecedentes de ingreso hospitalario o de cirugía, el uso de determinadas medicinas, y los índices de actividad no se asocian a mayor puntuación total del RFIPC. En el trabajo noruego antes mencionado los datos clínicos o la historia pasada tampoco se asociaba a mayor preocupación, pero sí lo hacía la presencia de síntomas (13). La relación entre preocupación y síntomas también ha sido establecida en un estudio canadiense (16) en el que además, una vez controlada la variable “síntomas” se encuentra una relación estrecha entre preocupaciones y calidad de vida. En nuestros pacientes sí se encuentra mayor preocupación entre pacientes con EC con comportamiento inflamatorio comparados con los que tienen forma estenosante y fistulizante probablemente por estar más sintomáticos aunque no hemos encontrado relación con datos de actividad.

Se ha descrito que las preocupaciones se correlacionan más con la calidad de vida que con los índices de actividad (15, 16). Comprobamos que los dominios del IBDQ32 más claramente correlacionado con la puntuación total del RFIPC son el emocional para el total de los pacientes, y el dominio de síntomas intestinales en los pacientes con EC. No hemos incluido en este trabajo test que valoren la ansiedad o la depresión u otros test de calidad de vida relacionada con la salud no específicos de la EII que probablemente contribuirían a clarificar estos hallazgos.

El trabajo es un estudio preliminar con un número aún reducido de pacientes y además aunque el cuestionario ha demostrado buena consistencia interna tenemos pendiente aún su validación.

Aunque las preocupaciones de los pacientes con EII pueden no coincidir con las de sus médicos (10), es evidente que hay preocupaciones comunes a pacientes y médicos como son los efectos adversos de las medicinas, la necesidad de cirugía, y por supuesto el riesgo de cáncer. La asociación con la calidad de vida es de correlación y no es una relación de causa-efecto. No podemos saber si los pacientes están preocupados por tener peor calidad de vida, o si tienen peor calidad de vida por estar preocupados, pero en cualquier caso probablemente se pueda intervenir en el grado de preocupación mediante una información más específica o dirigida a los aspectos de más importancia, lo que quizá podría mejorar la calidad de vida de los pacientes.

 

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17. Jelsness-Jorgensen LP, Bernklev T, Henriksen M, Torp R, Moum B. Chronic fatigue is associated with increased disease-related worries and concerns in inflammatory bowel disease. World Journal of Gastroenterology: WJG 2012 Feb 7;18(5):445-52. PubMed PMID: 22346250. Pubmed Central PMCID: PMC3270510. Epub 2012/02/22. eng.

  

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Malrotación intestinal en adultos

Vila y Blanco J M, Said Nabhan*

Jefe de Servicio*. Servicio de Cirugía General y Digestiva. Hospital Virgen de la Luz. Cuenca.

Trabajo Enviado: 28/11/2014

Aceptado para su publicación: 30/03/2015

Correspondencia:

Julio Miguel Vila y Blanco

C/ Pocito de las Nieves nº 4, 2ºA

Las Rozas de Madrid

28230- Madrid

E-mail: jmvilab@movistar.es

RESUMEN

Introducción. La malrotación intestinal congénita suele presentarse como obstrucción intestinal aguda en neonatos y lactantes. Ocasionalmente no se manifiesta hasta la edad adulta. El objetivo del trabajo es exponer casos de malrotación intestinal diagnosticados en adultos en nuestro Servicio.

Pacientes y métodos. Estudio clínico descriptivo y retrospectivo durante un periodo de 8 años (2006-2014) de los adultos sintomáticos diagnosticados de malrotación intestinal.

Resultados. Diagnóstico de malrotación intestinal, 8 hombres y 3 mujeres, edad media 51, DE 22, rango 22-79. Se apreciaron 2 anomalías anatómicas acompañantes (alteraciones vasculares y poliesplenia). El 82% habían presentado cuadros abdominales recurrentes, con ingresos previos hasta el diagnóstico final. Las intervenciones por abdomen agudo fueron: obstrucción intestinal (3/11= 27%), apendicitis en fosa ilíaca izquierda (2/11= 18%) e isquemia intestinal (1/11= 9%). Otros 5 pacientes (45%) se intervinieron de forma programada y un paciente no precisó Cirugía. La TAC abdominal urgente fue la prueba diagnóstica principal (concluyente en el 86%) seguida del tránsito intestinal baritado en pacientes sin abdomen agudo. En el seguimiento se apreciaron episodios de recurrencia menor en el 55% de los pacientes, principalmente dolor abdominal recurrente que requirieron ingreso pero no más intervenciones quirúrgicas. 5 pacientes (45%) hacen vida normal sin recurrencias. No hubo mortalidad derivada de las intervenciones quirúrgicas.

Conclusiones. La malrotación intestinal es un cuadro clínico raro en adultos, con clínica abdominal recurrente. La sospecha clínica es fundamental para el diagnóstico, confirmado o realizado mediante la radiología (tránsito intestinal programado y TAC programado o urgente) y su tratamiento es generalmente quirúrgico.

Palabras clave. Malrotación; adultos; radiología; cirugía.

 

ABSTRACT

Introduction. Congenital Intestinal malrotation is usually presented as acute intestinal obstruction in neonates and infants. Occasionally it does not manifest until adulthood. The aim of this work is to expose cases of intestinal malrotation in adults diagnosed in our department.

Patients and methods. Descriptive and retrospective clinical study over a period of 8 years (2006-2014) of symptomatic adults diagnosed with intestinal malrotation.

Result. They were diagnosed with intestinal malrotation 8 men and 3 women, mean age 51, SD 22, range 22-79. Two accompanying anatomical abnormalities (vascular alterations and polysplenia) were noted. 82% of the patients had recurrent abdominal symptoms, with previous admissions to the final diagnosis. Acute abdominal interventions were: intestinal obstruction (3/11 = 27%), appendicitis in left iliac fossa (2/11 = 18%) and intestinal ischemia (1/11 = 9%). Another 5 patients (45%) were operated on a scheduled basis and one patient did not require surgery. A CT scan was urgent (conclusive in 86%) followed by the main diagnostic test barium in patients without acute abdomen. At follow some kind of lower recurrence were noted in 55% of patients, mostly recurrent abdominal pain requiring admission but not more surgeries. 5 patients (45%) make normal life without recurrences. There was no mortality of surgical interventions.

Conclusion. Intestinal malrotation is a rare clinical condition in adults with recurrent abdominal symptoms. Clinical suspicion is essential for diagnosis, confirmed by radiology or performed (programmed intestinal transit and scheduled or urgent TAC) and its treatment is usually surgical.

Keywords. Malrotation; adults; radiology; surgery.

 

INTRODUCCIÓN

Las malformaciones intestinales constituyen una patología poco habitual y suelen clasificarse por su embriogénesis y por las repercusiones clínicas que ocasionan. Las más frecuentes son las malrotaciones y atresias (75-90%) y suelen producir una obstrucción duodenal aguda en neonatos y lactantes, necesitando intervenciones urgentes. El resto de las malformaciones intestinales (10-25%) afectan principalmente al intestino delgado y grueso. Suelen cursar con cuadros subagudos o recidivantes, y ocasionalmente pueden diagnosticarse en adultos, durante intervenciones quirúrgicas como apendicitis agudas o exploraciones radiológicas urgentes o programadas. Otras malformaciones más raras como las duplicaciones intestinales suelen presentarse como masas abdominales de aspecto pseudotumoral (1).

El objetivo del trabajo es presentar una serie de casos de malrotación intestinal en adultos diagnosticados en nuestro centro.

 

PACIENTES Y MÉTODOS

Estudio descriptivo y retrospectivo sobre los pacientes adultos diagnosticados en el Servicio de Cirugía General de nuestro Centro, en un periodo de 73 meses (diciembre 2006 a enero del 2013) y con seguimiento hasta mayo del 2014.

Nuestro centro se encuadra entre los hospitales del Grupo II del Sistema Nacional de Salud (SNS), con un Área Sanitaria de 211.613 habitantes (2).

El estudio se ha realizado según las recomendaciones de la Ley Orgánica 15/1999 de protección de datos de carácter personal.

Los datos del estudio se incluyeron en una base de datos (Access®) y una hoja de cálculo (Excel®). Se aplicó estadística descriptiva, con cálculo de porcentajes (variables categóricas) y de media/promedio con desviación estándar (variables continuas).

 

RESULTADOS

Desde diciembre del 2006 hasta diciembre del 2012 se han diagnosticado en nuestro centro 11 malrotaciones intestinales en adultos. En 2006 se diagnosticó 1 caso y del 2008 al 2012 se diagnosticaron 2 casos cada año. Las características generales se exponen en la Tabla I.

El grupo está compuesto por 8 hombres (73%) y 3 mujeres con edad media 51 años, DE 22, rango 22-79

De los 11 pacientes el 82% presentaron cuadros abdominales recurrentes, con ingresos previos en diferentes Servicios, sin que se les realizara el diagnóstico de malrotación, y sólo 2 acudieron con un cuadro abdominal brusco primario. Los 11 pacientes ingresaron por dolor abdominal, de distinta intensidad y localización, y obstrucción intestinal (27%); 9 de ellos por Urgencias (8 directamente a Cirugía y 1 a Medicina Interna). Otros 2 procedentes de las consultas externas de Aparato Digestivo.

La TAC abdominal resultó la técnica fundamental en Urgencias, realizándose 6 diagnósticos de malformación intestinal de los 8 estudiados (75%). La ecografía abdominal transcutánea resultó menos resolutiva (20%). De los 7 estudios realizados se diagnosticaron 2 apendicitis, 1 necrosis de ciego y 1 posible malrotación.

Se intervinieron el 91% de los pacientes (55% de urgencia y 36 % programados). Un paciente no se intervino. Los tratamientos quirúrgicos urgentes más frecuentes fueron la apendicectomía (4 casos), la liberación de asas de los sacos herniarios, con o sin fijación del ángulo de Treitz (3 casos), la resección intestinal por necrosis (1 caso), la cecectomía (1 caso) y una diverticulectomía de Meckel.

En las revisiones presentaron síntomas variados el 55%, el más frecuente fue el dolor abdominal recurrente. Además, ha habido un síndrome de intestino corto, una enfermedad intestinal inflamatoria y un aumento de la pirosis (reflujo gastroesofágico previo con hernia de hiato) y una intolerancia a glúcidos. Los otros 5 pacientes realizan vida normal, con escasa o nula sintomatología abdominal.

No hubo fallecimientos ni durante la intervención quirúrgica ni en el postoperatorio.

  

Pacientes adultos diagnosticados de malrotación intestinal
Paciente  Edad  Sexo  Motivo primera intervención quirúrgica

 Urgente/

programada

 Exploraciones radiológicas

diagnósticas

 1  50  hombre  

apendicitis aguda en fosa ilíaca izquierda

 urgente  ECO
 2  24  mujer obstrucción intestinal  urgente  TAC
 3  31  mujer obstrucción intestinal  urgente  ECO/TAC
 4  48  hombre Dolor abdominal  Programada  Tránsito intestinal/TAC
 5  69  hombre Dolor abdominal  Programada  TAC
 6  71  hombre sin Cirugía  sin Cirugía  TAC
 7  73  hombre obstrucción intestinal  urgente  TAC
 8  67  hombre neoplasia cabeza de páncreas  Programada  TAC
 9  79  hombre isquemia intestinal  urgente  ECO
10  26  hombre

apendicitis aguda en fosa ilíaca izquierda

 urgente  ECO/TAC
11  22  mujer laparotomía exploradora  Programada  Tránsito intestinal/TAC

Tabla I

 

 La descripción detallada de los pacientes se expone a continuación.

Paciente 1. –

Ingresó urgente por dolor en fosa ilíaca izquierda. Mediante ecografía se diagnosticó de apendicitis aguda. En la intervención quirúrgica se efectuó una apendicectomía por laparotomía media. El diagnóstico postquirúrgico fue de apendicitis aguda gangrenada y perforada. Ángulo de Treitz en hipocondrio derecho, colon ascendente y ciego en hemiabdomen izquierdo. Años más tarde se realizó una colecistectomía abierta programada por colecistitis. Posteriormente el paciente presentó un cuadro suboclusivo que cedió espontáneamente.

Paciente 2. –

Antecedentes de episodios de dolor abdominal recurrente con TAC abdominal normal. Visto en Urgencias en otra ocasión por dolor abdominal difuso e hipotensión severa. Acudió de nuevo al servicio de Urgencias por presentar intenso dolor abdominal. En la TAC abdominal se observó dilatación de estómago, duodeno y todo el intestino delgado; abundante líquido libre intraperitoneal. Se practicó laparotomía media urgente apreciándose un vólvulo, una hernia interna y un divertículo de Meckel, se realizó reducción del vólvulo y de la hernia con resección de intestino necrosado, preservando unos 120 cm, apendicectomía, diverticulectomía del Meckel.

El diagnóstico quirúrgico final fue de malrotación de colon e intestino (colon izquierdo e íleon derecho), hernia intestinal entre el mesocolon y el asa fija. Vólvulo e isquemia de intestino delgado. Divertículo de Meckel a unos 50 cm de la válvula íleo-cecal. Posteriormente ha presentado un síndrome de intestino corto y un cuadro suboclusivo que no ha precisado cirugía.

Paciente 3.-

Acudió a Urgencias por dolor abdominal y vómitos. En la TAC abdominal se observó poliesplenia con malrotación y vólvulo de un asa yeyunal. Se realizó laparotomía media urgente. El diagnóstico quirúrgico final fue de malrotación intestinal incompleta (saco herniario interno, con colon transverso en su interior; asas de intestino delgado en abdomen derecho) y oclusión de colon e íleon. Malformación de epiplón y poliesplenia. Tras la cirugía el paciente no ha presentado recurrencias (Figura 1).

 

 

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Paciente 4.-

Dolor abdominal crónico y pérdida de peso. En la TAC se apreció malrotación con vólvulo de intestino medio, dilatación de la vena mesentérica superior, girando con el mesenterio e intestino delgado alrededor de ella, y engrosamiento mural concéntrico de un segmento largo del íleon distal. Divertículos yeyunales y en colon izquierdo. Adenopatías mesentéricas. Se realiza una laparotomía programada, en la que se liberan las asas intestinales y se realiza una sutura del asa fija a la izquierda. El diagnóstico postquirúrgico es de malrotación de ciego; asa fija rotada a la derecha (antihoraria); múltiples divertículos en intestino delgado. En la evolución, el paciente presentó de nuevo crisis de dolor abdominal. Finalmente fue diagnosticado mediante capsula endoscópica de ileitis terminal por enfermedad de Crohn. Posteriormente ingresó por hemorragia digestiva baja. No pudo filiarse la causa. Lleva actualmente una vida normal.

Paciente 5 .-

Antecedentes de episodios de dolor abdominal recurrentes con ecografía abdominal transcutánea y tránsito intestinal baritado normales. Acudió a Urgencias por dolor periumbilical, brusco e intenso. En la TAC abdominal se apreciaron asas intestinales agrupadas en flancos derecho e izquierdo, con rotación y mal posición de su meso, y discreta dilatación desde el ángulo de Treitz. Hernia paraduodenal izquierda y otra pericecal derecha, con desplazamiento súpero-anterior de la vena mesentérica inferior y de la vena cólica izquierda. Se realizó laparotomía media programada, liberación del saco herniario paraduodenal (que incluía el 90% del intestino delgado), con orificio izquierdo debajo del duodeno; liberación del saco herniario paracecal superior, adhesiolisis y apendicectomía. El diagnóstico postquirúrgico fue malrotación intestinal, hernia paraduodenal izquierda y pericecal superior derecha. En la evolución posterior presentó un cuadro suboclusivo que se resolvió con tratamiento conservador. Vida normal en la actualidad (Figura 2).

 

02 fg 2 opt

 

Paciente 6.-

Antecedentes de episodios de dolor abdominal recidivante. Acudió a Urgencias en una ocasión por dolor intenso, náuseas y deposiciones escasas. En la TAC abdomen se apreció hernia intestinal interna y hernia de hiato. Asas intestinales localizadas en el flanco y fosa ilíaca izquierda con engrosamiento de su pared, estiramiento y alteración de la posición normal de los vasos mesentéricos El paciente mejoró con tratamiento conservador y decidió no operarse.

Paciente 7.-

Dolor epigástrico recurrente y meteorismo, con estreñimiento. Acudió a Urgencias por dolor abdominal. En la TAC de abdomen se apreció una posible herniación de asas de delgado en el flanco derecho y fosa ilíaca derecha, que presenta una localización retrocecal. Se realizó laparotomía media urgente con liberación de asas intestinales del saco herniario, comprobando su viabilidad, y fijación del ángulo de Treitz. El diagnóstico postquirúrgico fue: segmento ileal en el espacio paracecal herniado por un orificio membranoso en el espacio parietocólico derecho, con obstrucción intestinal, y múltiples divertículos en colon. El paciente ha llevado desde entonces una vida normal.

Paciente 8.-

Dolor abdominal recurrente, Se había realizado colecistectomía por cólicos biliares. Acudió a Urgencias por dolor abdominal. En la TAC se apreció tumoración en cabeza de páncreas, realizándose de forma programada una duodenopancreatectomía cefálica (Whipple). El diagnostico postquirúrgico fue de carcinoma ampular, malrotación intestinal, con yeyuno en el hipocondrio derecho. No precisó tratamiento oncológico. Buena evolución del dolor abdominal aunque presentó intolerancia a glúcidos.

Paciente 9.-

Acudió a Urgencias por dolor abdominal periumbilical, brusco e intenso, continuo e irradiado hacia fosa ilíaca derecha. En la ecografía abdominal transcutánea se apreció una probable isquemia de ciego. Se realizó laparotomía media urgente con cecectomía por isquemia. El diagnóstico post quirúrgico fue de ciego situado en el hipocondrio derecho, con isquemia. La evolución posterior ha sido normal.

Paciente 10.-

Antecedentes de dolor abdominal recurrente, epigástrico y dispepsia. Acudió a Urgencias por dolor abdominal. En la ecografía se apreció apéndice localizado en fosa ilíaca izquierda. En la TAC abdominal se observó que el colon ascendente y ciego estaban situados en fosa ilíaca izquierda con el íleon en hemiabdomen derecho y probable hernia interna, en la que no estaba incluida el ángulo de Treitz. También apendicitis aguda. Se realizó una laparotomía media urgente con apendicectomía. El diagnóstico postquirúrgico fue de ciego en fosa ilíaca izquierda, sin apreciarse hernia y apendicitis aguda. La evolución del paciente ha sido buena.

Paciente 11.-

Ingresó por dolor abdominal, diarrea y pérdida de peso. La ecografía abdominal fue normal. En un tránsito intestinal baritado se apreciaros asas ileales ocupando el espacio presacro, con estenosis hasta las asas yeyunales, con la apariencia de atravesar un un orificio herniario y el ciego situado en la pelvis, con probable hernia interna. En la TAC se apreciaron asas ileales en pelvis sin hernia interna y desplazamiento caudal del colon transverso y el ciego. Se realizó una laparoscopia exploradora programada con apendicectomía profiláctica. El diagnóstico postquirúrgico fue de ausencia de hernia interna. En la evolución persisten los dolores abdominales recurrentes. En un nuevo tránsito baritado se aprecian imágenes sugerentes de hernia interna.

 

DISCUSIÓN

La malrotación intestinal es una anomalía congénita de la rotación y fijación del intestinal delgado y grueso. El intestino queda mal posicionado durante la etapa de desarrollo fetal, exactamente entre la 5ª y la 12ª semana de gestación (1, 3, 4). Podemos clasificarlas en 3 tipos:

1.- Anomalías congénitas y obstrucción intestinal. Son las más frecuentes en el neonato y en el lactante, produciendo cuadros agudos obstructivos duodenales.

2.- Malrotación intestinal. O bien por alteraciones en la rotación intestinal o por alteraciones de la fijación intestinal en los procesos de coalescencia.

3.- Hernias internas congénitas. I) Las más comunes son hernias a través de las fosas paraduodenales y representan más del 50%. II) Hernias a través de las fosas pericecales. En todas puede introducirse y obstruirse un asa intestinal. Suelen tener lugar durante la adolescencia o en la edad adulta.

La incidencia es variable, desde 1/500 nacidos vivos o hasta 2,86/100.000 incluyendo nacidos vivos y muertes fetales (3, 4). En autopsias es de 3/10.000 (0,03%), y en adultos con pruebas radiológicas digestivas baritadas de 0,2% (5, 6). El 75-90% se descubren durante el primer año de vida y el 10-25% posteriormente (3, 5, 6).

En adultos la clínica varía desde cuadros repetitivos de dolor abdominal, con ingresos y estudios consecutivos, hasta dolor abdominal agudo. En los casos presentados en esta serie el 55% de los pacientes precisaron de una intervención urgente. El abdomen agudo se debió a apendicitis aguda, obstrucción intestinal e isquemia intestinal. El 36% precisaron de una intervención programada. Uno se los pacientes (8%) no fue operado. Hay que tener presente que casi todos los pacientes habían presentado previamente cuadros de dolor abdominal inespecíficos. La variabilidad sintomática y su baja sospecha clínica dificultan el diagnóstico.

Esporádicamente, las malrotaciones se asocian a otras anomalías anatómicas (situs inversus, duplicaciones, poliesplenia) (7, 8, 9); en nuestra serie 1 paciente presentó poliesplenia y alteraciones vasculares.

La radiología es esencial para realizar el diagnóstico. En los pacientes sin cuadro abdominal agudo puede realizarse un tránsito intestinal baritado. Tanto en pacientes paucisintomáticos como en aquellos evaluados por abdomen agudo, la TAC abdominal suele diagnosticar malformaciones con un 80% de exactitud (6, 10). En nuestra serie, la TAC abdominal urgente ha sido la herramienta principal para el diagnóstico (86% en esta serie). La ecografía abdominal transcutánea ha tenido una tasa muy baja de diagnóstico (20%) (3, 4, 6, 10, 12).

El tratamiento de elección es la cirugía. Los casos crónicos o repetitivos permiten completar los estudios de forma ambulatoria y plantear una intervención programada. En los casos urgentes, con patología abdominal aguda, es preciso realizar una laparotomía lo más pronto posible, para evitar isquemia de asas intestinales. Las técnicas de elección son la de Ladd (lisis de bandas peritoneales, reducción del vólvulo, apendicectomía y fijación intestinal), y/o actuaciones según los hallazgos (adhesiolisis, cecopexias, duodenopexias, resecciones intestinales, de divertículo de Meckel y otras) (3, 4, 6, 8, 11, 12).

Las complicaciones intestinales, en el seguimiento de los pacientes, pueden ser variadas, junto con manifestaciones de otras patologías acompañantes (situs inversus, anomalías de la cava) (3, 7, 8, 12). En nuestra serie ha habido cuadros de pseudo-oclusión y 4 pacientes presentaron hernia de hiato y con reflujo gastroesofágico.

El paciente número 11 (Tabla I) ejemplifica la dificultad que existe en el diagnóstico en adultos. En un tránsito intestinal baritado se le diagnosticó de probable hernia interna (que no apreció en la TAC). En la laparoscopia exploradora programada, sin hallarla. Al persistir los síntomas, meses después se realizó otro tránsito baritado con diagnóstico similar de hernia interna.

Como conclusión, la malrotación intestinal es un cuadro clínico poco frecuente en el adulto, con episodios recurrentes de dolor abdominal muchas veces inespecíficos. Para el diagnóstico es importante la sospecha clínica. Entre las pruebas radiológicas que apoyan el diagnóstico están el tránsito intestinal baritado y la TAC. El tratamiento es quirúrgico. Urgente en la mayor parte de los casos (55% en esta serie). Es frecuente la recurrencia de síntomas abdominales menores que no suelen necesitar cirugía.

 

 

BIBLIOGRAFÍA

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7. Echenique M; Urkía J.M. Situs inversus totalis. Primera descripción científica realizada durante la Ilustración en México. Cir Esp 2001; 70: 247- 50 (5).

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9. Moya A; Orbis JF; Alberola C; Sanjuán F; Juan M; Mir J; Peiró F; et al. Duplicación gástrica en el adulto. Caso clínico. Cir Esp. 2000; 68: 498-500.

10. Vázquez Muñoz E; Ramiro Ramiro E; Pérez Villacastín B; Learra MartínezMC; Franco López MA. Tomografía computada en el diagnóstico de la malrotación intestinal. Rev Argent Radiol 2004; 68: 33.

11. Klein M; Farmer D. Estenosis pilórica y obstrucción duodenal congénitas. En: Baker R; Fischer J, editores. El dominio de la cirugía. Buenos Aires: Edit Médica Panamericana 2004: 1158-68.

12. Vila Blanco J.M; Malrotación intestinal en adultos. A propósito de 4 casos clínicos. Rev Esp de Inv Quirúrgicas 2009; 12(3): 135-40.